lunes, 3 de febrero de 2020

EL BESAMANOS PUSO FIN A LOS CULTOS ANUALES DE LA VIRGEN DE LA ANGUSTIA


María Santísima de la Angustia, de la Hermandad de los Estudiantes, permaneció ayer expuesta en besamanos en la Capilla de la Universidad, como cierre a los cultos anuales en su honor que se iniciaron con el triduo celebrado entre los días 30 de enero y 1 de febrero, y que incluyeron también ayer la función solemne.
Finalizada dicha función arrancó el besamanos, para el que la dolorosa de Juan de Astorga fue ubicada a los pies del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, sobre una fina peana de plata elevada a su vez sobre otra forrada en color rojo y flanqueada por dos candelabros de plata con velas blancas y cuatro de las jarras de su paso de palio con rosas del mismo color, todo ello sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo rojo con galones dorados.
La Virgen de la Angustia vestía el manto azul y la saya color corinto que bordó en oro sobre terciopelo el Taller de Santa Bárbara en 2017 y que se estrenaron coincidiendo con el LXXV de la incorporación de la imagen como titular de la hermandad universitaria.
En el pecherín, la dolorosa tenía un puñal dorado y una cruz patriarcal, título que tiene la hermandad. Además, prendida de la cotilla tenía la medalla de la Universidad de Sevilla, mientras que en la mano izquierda sujetaba un rosario. La derecha era la que daba a besar a los devotos, por lo que la tenía extendida.
Detrás de la Virgen, ante el Cristo de la Buena Muerte se colocaron otras dos jarras del paso de palio con las mismas flores, varios candeleros también del palio con cera blanca y los dos faroles que cada Martes Santo escoltan a la cruz de guía, uno a cada lado del crucificado.
Completaban el montaje preparado para este besamanos el estandarte corporativo en el lado derecho, la bandera concepcionista en el izquierdo y un gran centro de rosas blancas delante de la dolorosa, en el suelo.


























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