viernes, 10 de febrero de 2023

GRANDE. LA PROCESIÓN GENERAL DEL SANTO ENTIERRO, AYER Y HOY


La celebración el próximo Sábado Santo de una nueva edición del Santo Entierro Grande, de la que podrán disfrutar en exclusiva los usuarios de silla en la carrera oficial, es la razón que motiva la exposición "Grande. La procesión general del Santo Entierro, ayer y hoy", que puede verse estos días en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, en la calle Sierpes.
Se trata de una muestra muy llamativa protagonizada por las quince hermandades invitadas a unirse al cortejo de la del Santo Entierro entre la Campana y la Catedral. Lo curioso es que de casi todas ellas se han llevado enseres o imágenes que antiguamente formaron parte de sus respectivos pasos y que actualmente están en desuso o bien son propiedad de otras corporaciones de fuera de Sevilla.
Para contextualizar lo que es un Santo Entierro Grande y repasar su historia, la exposición se complementa con un total de tres textos. El primero de ellos tiene como título "La Procesión General del Santo Entierro en Sevilla (1850-1948)".

"En 1850 se organizó la primera Procesión General del Santo Entierro a instancias de los Duques de Montpensier y con la dirección y patrocinio del Ayuntamiento. Este hecho se repitió en los años 1854, 1874, 1890, 1898, 1910, 1915, 1920 y 1923. Pero, de todas las procesiones generales del Santo Entierro organizadas desde 1850, la del año 1948 es la que más particularidades, éxitos y sinsabores tiene.
Fue la primera vez que recibía el apelativo de Santo Entierro Grande, apelativo con el que los organizadores quisieron diferenciarlo de ediciones pasadas por la amplitud de su cortejo (3.300 metros) y la gran participación de hermandades que iba a producirse (20 hermandades). Fue la primera procesión sevillana en la que el uso de la tecnología resultó esencial. La Compañía Nacional de Teléfonos tuvo que instalar centralitas en varios puntos para que los cofrades y comisionados pudiesen coordinar los distintos pasos, y la Sociedad Española del Acumulador Tudor prestó tres baterías para la iluminación de la urna del Cristo, renovándose la instalación eléctrica realizada en 1930. Del mismo modo, también fue determinante el uso de informes meteorológicos, ofrecidos por el acuartelamiento de Tablada.
Fue en agosto de 1947 cuando partió la idea de la realización de esta procesión. El sevillano Luis Ortiz Muñoz, subsecretario del Ministerio de Educación Nacional y residente por entonces en Madrid, se había erigido como el ideador de esta propuesta a través de varios artículos publicados en prensa en los que defendió la salida de esta procesión como un acto esencial dentro de un extenso programa de actividades culturales y devocionales para conmemorar los 700 años de la conquista de Sevilla por Fernando III el Santo.
La propuesta caló rápidamente y pronto comenzaron los preparativos. En octubre, Manuel Bermudo Barrera, que además de consiliario primero de la hermandad ostentaba el cargo de delegado de Fiestas del Ayuntamiento de Sevilla, esbozó un primer borrador en el que se especificaban los pasos que debían figurar, produciéndose con posterioridad una reunión en la capital de España con Luis Ortiz Muñoz y obteniéndose en noviembre el beneplácito del cardenal Pedro Segura y Sáenz.
Desgraciadamente, también fue la primera vez que las adversidades meteorológicas hicieron acto de presencia en una procesión general del Santo Entierro. La lluvia hizo que sobre las 20,00 horas del Viernes Santo de 1948 muchos de los participantes tuvieran que refugiarse en diferentes iglesias, desluciendo lo que iba a ser el mayor Santo Entierro Grande de todos los tiempos".

Siguiendo este resumen de la historia del Santo Entierro Grande, pasamos a un segundo texto; éste titulado "El nuevo orden litúrgico de la Semana Santa. El Sábado Santo":

"El 16 de noviembre de 1955 se publicaba en Roma el 'Decreto General de la Sagrada Congregación de Ritos estableciendo el nuevo Ordo Litúrgico de la Semana Santa". En él se modificaban radicalmente algunos aspectos de la celebración de los Oficios del Jueves, Viernes y Sábado Santo, principalmente en cuanto a la hora de su celebración, en el deseo de acercarlos más a las horas reales en que tuvieron lugar los misterios recordados en la Semana Santa.
A partir de la Semana Santa de 1956, los Oficios del Jueves Santo, la misa 'in Cena Domini', pasó a celebrarse por la tarde y se atrasaba hasta la medianoche del sábado la celebración de la Vigilia Pascual. Esto permitió la creación de un nuevo día para la Semana Santa en lo que a la celebración de las estaciones de penitencia se refiere. El sábado dejaba de ser un día de gloria, Sábado de Gloria, para convertirse en un día de luto y Santo. Día por tanto especialmente adecuado para la celebración de las procesiones del Santo Entierro y la Soledad de María. Desde este mismo año 1956 procesionan el Sábado Santo las hermandades del Santo Entierro y de la Soledad de San Lorenzo, a las que se unió la de la Trinidad, que procesionaba hasta entonces la primera por la Carrera Oficial el Jueves Santo.
Este cambio supuso además el impulso definitivo en la reorganización de la Hermandad del Santo Entierro, que había comenzado en 1938 para la salida procesional de 1940 y había tenido un hito especial de la Procesión del Santo Entierro Grande de 1948, pues desde 1956 la cofradía comienza a salir anualmente, al considerarse la propia hermandad como el eje central y definidor de la idiosincrasia de este nuevo día santo, que no tendría sentido sin la presencia en las calles del sepulcro del Señor".

Y llegamos al tercer y último texto incluido en la exposición, llamado "El Santo Entierro Grande en Sábado Santo":

"Desde 1956 hasta ahora, han sido cuatro las Procesiones Generales del Santo Entierro Grande que se han organizado en Sevilla: 1965, 1992, 2004 y el presente año 2023 (hubo planes de organizar un Santo Entierro Grande en 1970, pero no fructificaron).
Aunque en el pasado no fuera así, desde el año 1948 la realización del Santo Entierro Grande está justificada por una efeméride importante. Así, en 1965 se conmemoraba el XXV aniversario de la reorganización de la Hermandad del Santo Entierro; en 1992, el V centenario de la Evangelización de América; en 2004, el IV centenario del Sínodo del Cardenal Niño de Guevara que obligaba a las hermandades de penitencia a realizar estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral; y en 2023, el DCCLXXV aniversario de la restauración del culto cristiano en Sevilla, con la Reconquista de la ciudad por San Fernando, en 1248.
Una comparativa de los cortejos procesionales de estas cuatro últimas procesiones del Santo Entierro Grande nos da una idea de los múltiples cambios, a diferentes niveles, que ha experimentado la ciudad de Sevilla durante el trascurso de estos años.
En 2023 son quince las hermandades invitadas que participarán en el Santo Entierro Grande: la Oración en el Huerto, el Beso de Judas, Jesús ante Caifás, Jesús Atado a la Columna, la Coronación de Espinas, Jesús de la Sentencia, Jesús de la Victoria, Nuestro Padre Jesús de la Pasión, la Amargura, Tres Caídas (Esperanza de Triana), Cristo de la Exaltación, Cristo de la Conversión del Buen Ladrón, Cristo de la Expiración (Cachorro), el Calvario y la Quinta Angustia.
Saldrán por primera vez los pasos de misterio de las hermandades de la Paz y el Beso de Judas, así como el paso de palio de la Virgen de la Amargura".

Recorremos ya la exposición y, al contrario de lo habitual en este blog, no lo haremos en el orden en el que la propia muestra presenta su contenido, repartidos en el patio y dos salas, sino que vamos a seguir el orden en el que los usuarios de silla en la carrera oficial van a ir contemplando los quince pasos participantes en este nuevo Santo Entierro Grande.
Por ello, debemos comenzar con la Hermandad de Monte-Sión, aunque de esta corporación no vemos enseres antiguos que actualmente no se utilicen en la estación de penitencia, sino que se expone el ángel confortador del paso de misterio, obra del taller de Pedro Roldán (1675-1680) de madera y pasta policromada para vestir.





Pasamos al Beso de Judas, a cuyo antiguo paso pertenecían unas cartelas de plata sobredorada (Fernando Marmolejo, 1959). La Hermandad de la Sagrada Mortaja de Algeciras es la propietaria actual de dicho paso.





El siguiente paso será el misterio de San Gonzalo, cuya hermandad ha llevado a esta exposición las cabezas de las antiguas tallas del Señor en su Soberano Poder y de Caifás, obras ambas de madera policromada talladas por Antonio Castillo Lastrucci en 1961 y 1962, respectivamente, y que ya estuvieron en otra exposición en el Mercantil en 2015 (ver).





Por parte de la Hermandad de las Cigarreras, vemos la antigua imagen de Cristo Atado a la Columna, obra de Amaro Vázquez (1602), acompañado por los sayones flagelantes atribuidos a Benito Hita del Castillo (1710-1713), pertenecientes en la actualidad a la Hermandad del Cristo de la Misericordia de Sanlúcar de Barrameda, y un centurión romano de Francisco Buiza (1974), hoy en la Hermandad del Cristo Atado a la Columna de Bollullos Par del Condado, hermandad que también posee los flagelantes que la cofradía cigarrera utilizó hasta 2002. A excepción del romano, el resto de las tallas estuvieron ya también en el Mercantil en 2015 con motivo del CDL aniversario de la hermandad (ver).
















De la Hermandad del Valle, que participará en el Santo Entierro Grande con el paso de la Coronación de Espinas, vemos un antiguo sayón arrodillado de la segunda mitad del siglo XVIII, atribuido a Jerónimo Roldán. Actualmente está en Huelva, en la Hermandad de Nuestra Señora de la Merced, conocida como Los Judíos, aunque desde 2015 ya no forma parte del paso de misterio.






Relacionadas con el paso de la Sentencia de la Macarena, vemos en la exposición dos de las tallas del antiguo misterio, el que recibía el apelativo de 'la Barbería'. Son Pilatos y un soldado romano, y se atribuyen a Emilio Pizarro (hacia 1898). El conjunto pertenece a la Hermandad de la Yedra, de Jerez, que lo conserva en su casa hermandad, aunque ya no procesionan, dado que en 2005 se estrenó el misterio actual, de José Antonio Navarro Arteaga.











Pasamos a la Hermandad de la Paz, de la que vemos el boceto de Nuestro Padre Jesús de la Victoria, realizado por Antonio Illanes en madera de ciprés policromada en 1937.



La Hermandad de Pasión está presente en la exposición con la presencia de la imagen de Simón de Cirene que fue en el paso tras el Señor entre 1844 y 1951. Se trata del conocido como 'Mirabalcones' por la posición de su cabeza mirando hacia arriba y a un lado, aunque su postura fue modificada posteriormente. La imagen, procedente de la Iglesia de la Anunciación, está atribuida al taller de Juan Martínez Montañés y pertenece hoy a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera.






Además, vemos dos faroles de metal dorado que en su día iluminaron el paso del Señor de Pasión, realizados en 1923 por Antonio Amián y Austria, y propiedad de la Hermandad del Nazareno de Valverde del Camino.


Por su parte, la Hermandad de la Amargura participa en la exposición con la presencia de la caída frontal del palio, bordada en oro sobre terciopelo rojo por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1926, y colocada aquí sobre una foto de la dolorosa acompañada por San Juan Evangelista. Además, se muestran los ángeles ceriferarios también del palio, labrados en plata de ley por Manuel Seco Velasco en 1951.






Además, en otro punto de la muestra se pueden ver los ropajes de la centuria romana que acompañó al paso del Señor del Silencio en el Desprecio de Herodes de la misma hermandad entre 1948 y 1956.



Tras el palio de la Amargura irá el próximo Sábado Santo el misterio de las Tres Caídas de Triana, del que vemos el esclavo etíope tallado por Antonio Castillo Lastrucci en 1941 para la configuración original del paso. Actualmente no procesiona, aunque hasta 1997 formó parte del paso de Jesús Despojado.





La Hermandad de la Exaltación es otra de las que ha llevado a esta exposición enseres que siguen formando parte de la cofradía. En concreto, en el centro de una de las salas están las tallas de los dos ladrones, San Dimas y Gestas, realizados en 1678 entre Luis Antonio de los Arcos y Luisa Roldán. Junto a ellos hay una foto de la antigua disposición de este misterio, que tenía más figuras que en la actualidad.







Pasamos a la Hermandad de Montserrat, en cuyo antiguo paso iban unos ángeles pasionarios realizados en madera policromada por Pedro Roldán en 1677 y que hoy pertenecen a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Necesidades, de Cabra.




Por parte de la Hermandad del Cachorro, se muestran unas potencias de plata de ley del siglo XIX y un INRI de plata sobredorada de 1867, ambas piezas de autor desconocido.



Hace unas semanas el Mercantil acogió una exposición de la Hermandad del Santo Entierro de Alcalá de Guadaíra (ver). En aquella muestra vimos un elemento que ahora está también en ésta, como es parte de la canastilla del paso del Triunfo de la Santa Cruz de dicha hermandad, obra de Salvador Domínguez Gordillo (1895) y sobre el que durante unos años procesionó el Cristo del Calvario. Además, vemos una talla de Santa María Magdalena que formó parte del antiguo misterio de la cofradía de la Madrugá, obra de Ángel Álvarez (1870) que es hoy de la Hermandad de la Esperanza de Huelva.








Y llegamos al último paso de los quince que se unirán a la Hermandad del Santo Entierro. Se trata del misterio de la Quinta Angustia, de cuyo antiguo paso vemos una manigueta y unas cartelas de madera policromada y dorada de Pedro Roldán (1659).





A la misma hermandad, en concreto al paso alegórico del Dulce Nombre de Jesús, pertenecía una talla de un ángel pasionario de Vicente Luis Hernández Couquet (1858), hoy en la Hermandad de los Servitas de Murcia.






Y aunque no tiene nada que ver con el Santo Entierro Grande, dado que se trata de una hermandad independiente que el Sábado Santo hará su estación de penitencia con total normalidad como cada año, la Soledad de San Lorenzo también está presente en la exposición con la antigua diadema de salida de la Virgen, realizada en plata sobredorada y pedrería fina en 1893.


La exposición se completa con antiguas fotografías de diez pasos que han participado en otras ediciones del Santo Entierro Grande, aunque no lo harán en ésta, como son los de la Entrada en Jerusalén, la Sagrada Cena, el Prendimiento, Jesús ante Anás, San Esteban, el Señor con la Cruz al Hombro, las Siete Palabras, la Lanzada, las Tres Necesidades y la Sagrada Mortaja.




Hasta el próximo 22 de febrero se podrá visitar esta exposición dedicada al Santo Entierro Grande que recorrerá la carrera oficial el Sábado Santo, como forma de celebrar los 775 años de la llegada a Sevilla de San Fernando para devolver el culto cristiano a la ciudad.

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