Como cada primer viernes de marzo, la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo de la Hermandad de Torreblanca se encuentra expuesto en besamanos durante toda la jornada. Con el recuerdo aún muy presente del Vía Crucis de las Cofradías del pasado 19 de febrero (ver) y del besamanos extraordinario previo en Santa Marina (ver), para este besamanos el Cautivo de Torreblanca preside un sencillo altar en el lado derecho del presbiterio de la Parroquia de San Antonio de Padua.
La imagen que tallara Jesús Méndez Lastrucci se muestra sin peana alguna a sus pies, tan sólo elevado respecto a los devotos por la propia diferencia de altura entre el presbiterio y el resto del templo. Está delante de un dosel de damasco rojo con una gotera de terciopelo burdeos bordada en oro en la que, en el centro, se sitúa una jarra con azucenas.
El Cautivo, que viste túnica de terciopelo morado bordada en oro y las potencias de salida, está flanqueado por dos de los hachones que iluminaron el pequeño paso de San Antonio de Padua durante su salida para presidir el Vía Crucis de las Cofradías. Los hachones, con cera color tiniebla, se encuentran situados sobre sendos pies de base cuadrada de madera dorada, damasco rojo, terciopelo burdeos y galones dorados. A los pies de la imagen hay un centro floral compuesto de rosas y claveles rojos y antirrhinum morado.
El dosel ante el que se sitúa el Cautivo oculta el retablo donde recibe culto habitualmente la imagen de San Antonio de Padua, que ha sido colocada provisionalmente presidiendo la parroquia que lleva su nombre desde el altar de quinario del Cautivo.
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