martes, 20 de marzo de 2018

ÚLTIMO BESAPIÉ EN SAN FRANCISCO AL CRISTO DE LA EXPIRACIÓN DE JEREZ


El Santísimo Cristo de la Expiración de Jerez se expuso en besapié el pasado domingo, siendo un año más escenario de este culto la iglesia del antiguo Convento de San Francisco, donde la Hermandad del Cristo tiene su sede provisional desde el verano de 2015 por obras en su sede, la Ermita de San Telmo.
Todo parece indicar que éste ha sido el último besapié del Cristo en San Francisco, como también será el próximo Viernes Santo el último en que la hermandad salga de este céntrico templo para su estación de penitencia, ya que la reapertura de San Telmo se prevé para los próximos meses.
Para este besapié a la que es una de las imágenes que concitan más devoción entre los jerezanos, el Cristo estuvo ubicado en el presbiterio del templo, en posición vertical, con la base de su cruz de plata y la estructura que la sujetaba ocultas tras una tela de terciopelo negro.
A cada uno de los lados del Cristo de la Expiración veíamos dos blandones dorados con altos cirios de color tiniebla y dos jarras con claveles de un color rojo muy oscuro. Estas jarras estaban elevadas sobre sendas columnas de base cuadrada de color rojo con apliques dorados de madera. Y detrás, en los escalones del presbiterio, se fueron colocando los ramos de flores y las velas dejados por los devotos.
Al fondo, sobre unos antiguos respiraderos del paso de palio de la hermandad, veíamos a la Virgen del Valle y a San Juan Evangelista ante un repostero de color rojo a modo de dosel con dos ángeles en las esquinas superiores. La dolorosa tenía una media luna a sus pies y delante había diez candeleros con cera blanca y dos jarras del palio con flores blancas, además de un relicario y dos sacras sobre una mesa de altar.






















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