sábado, 3 de marzo de 2018

EL VÍA CRUCIS DE PASIÓN Y MUERTE SE CELEBRÓ EN LA PARROQUIA POR LA LLUVIA


La Hermandad de Pasión y Muerte, al igual que la de las Aguas y la del Polígono de San Pablo, no pudo celebrar este viernes su vía crucis cuaresmal por las calles de la feligresía, sino que tuvo que rezar las catorce estaciones en el interior de la Parroquia del Buen Aire, con el crucificado titular sin moverse del presbiterio.
La junta de gobierno no tuvo más opción que suspender la salida del Santísimo Cristo de Pasión y Muerte, pero no el vía crucis en sí, como erróneamente señala algún medio cuando interpreta que si una imagen no sale a la calle es que no hay rezo alguno. En el caso de Pasión y Muerte, los presentes fueron recorriendo las cruces que marcan en los muros de la parroquia cada estación del vía crucis, deteniéndose ante ellas los acólitos que portaban una cruz alzada con manguilla y dos cirios morados. El ex hermano mayor Antonio Martín Manzano fue leyendo cada estación, mientras que el trío de capilla Gólgota acompañó con sus composiciones este culto.
Cuando se completaron las estaciones, el hermano mayor de la corporación trianera, Javier Ibáñez, agradeció la participación de las personas que se quedaron en la parroquia durante todo el vía crucis. Asimismo, deseó que el Viernes de Dolores el tiempo sí permita la salida del crucificado por las calles de Triana para hacer estación de penitencia en la Parroquia de Santa Ana.
A continuación, el Cristo de Pasión y Muerte, que llevaba en la base de la cruz una cuidada variedad floral de diversas tonalidades, quedó expuesto en besapié de manera extraordinaria hasta las nueve de la noche.














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