sábado, 17 de marzo de 2018

LA VIRGEN DEL CARMEN, CON EL MANTO ROJO DE LA REINA DE TODOS LOS SANTOS


La Hermandad del Carmen Doloroso ha iniciado este sábado el besamanos a su dolorosa titular, que para ello ha recibido el préstamo del manto rojo de la Reina de Todos los Santos, una pieza de finales del siglo XVIII de autor anónimo, transformado en 1939 por el taller de Esperanza Elena Caro.
La Virgen del Carmen viste también una saya de damasco blanco bordada en oro y luce su corona procesional. Además, en el pecherín tiene un puñal, un alfiler con su advocación, una cruz pectoral con perlas y un broche en la cintura. Ofrece su mano derecha, donde tiene un colgante con el emblema del Carmen, y sujeta unos escapularios con la izquierda.
La dolorosa, que se eleva sobre una peana de plata de la Hermandad de los Javieres, se encuentra en la nave de la Epístola de la Parroquia de Omnium Sanctorum, mirando hacia la nave contraria, donde justo enfrente está el paso de palio de la Virgen de Gracia y Amparo. El espacio que ocupa este altar de besamanos está cerrado por detrás y en los laterales por varios cortinajes de damasco rojo. Tras la Virgen, hay un pabellón del que cuelgan dos altas piezas de terciopelo rojo abiertas en el centro. Además, hay varias guirnaldas que decoran la parte superior.
Junto a la imagen hay dos columnas de plata cedidas por la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana. Sobre cada una de ellas hay una jarra del paso de palio del Carmen con diversas flores de tonalidad blanca, mientras que delante, en cada extremo del altar hay otras dos jarras más pequeñas con las mismas flores sobre sendas columnas de madera dorada con fuste salomónico.
Finalmente, vemos cuatro blandones dorados con cera blanca, dos a la altura de la Virgen del Carmen y otros dos delante de todo el conjunto.

























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