miércoles, 20 de marzo de 2019
LA VERA-CRUZ DE JEREZ ESTRENÓ FECHA DE BESAMANOS PARA SU DOLOROSA
La Hermandad de la Vera-Cruz de Jerez celebró el pasado domingo el besamanos a Nuestra Señora de las Lágrimas, estrenando así fecha para este culto, dado que hasta el año pasado tenía lugar cada 8 de diciembre coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción. La corporación, sin embargo, aprobó recientemente pasar el besamanos al segundo domingo de Cuaresma.
La Virgen de las Lágrimas estaba situada en el presbiterio de la Iglesia de San Juan de los Caballeros, sobre la alta escalinata que separa el altar del resto del histórico templo jerezano. Vestía el manto con el que sale a las calles bajo palio cada Jueves Santo, una saya de terciopelo negro bordado en oro que en ocasiones también lleva en su estación de penitencia y un tocado de encaje.
Sobre la cabeza tenía la corona procesional y en el pecherín un largo puñal plateado y un broche. Asimismo, en la mano derecha sujetaba un rosario, mientras que la derecha era la que daba a besar. A los pies tenía la media luna que también lleva en Semana Santa.
La Virgen de las Lágrimas, que se encontraba sobre una pequeña peana plateada, tenía junto a ella las cuatro jarras de entrevarales de su paso de palio y cuatro faroles igualmente del palio. Cada uno de estos enseres estaban situados sobre pies cubiertos de terciopelo negro.
Al fondo, el Santísimo Cristo de la Esperanza presidía como de costumbre el templo, aunque ante él se levantó un altar con diversos candeleros y blandones de color verde y dorado con cirios blancos. Entre ellos, había varias jarras con claveles rojos, dos faroles del palio, dos ángeles ceriferarios, una miniatura de la Virgen del Pilar y un relicario de gran tamaño. Finalmente, tras el crucificado se colocó un repostero con el antiguo escudo de la hermandad bordado en el centro.
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