El Patio Mayor del Ayuntamiento de Sevilla acoge hasta hoy, sábado, la exposición "Ars Nova Victoria: El primer regionalismo en los bordados sevillanos", una muestra conmemorativa del 450 aniversario de la Hermandad de las Cigarreras que ha permitido conocer de cerca el proyecto decorativo conjunto del pao de palio de la Virgen de la Victoria, así como otras insignias de la cofradía del Jueves Santo.
La elección de este espacio para ubicar la exposición no es casual, ya que hay que tener en cuenta que para el diseño de las bambalinas, primeras piezas bordadas que se realizaron del palio, su responsable, Pedro Domínguez López, se inspiró en la decoración plateresca de la fachada del Consistorio que da a la Plaza de San Francisco.
Como se explicaba en paneles y folletos, este profesor de modelado y vaciado ornamental de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla fue encargado a comienzos de 1890 de la restauración de las fachadas trazadas por Diego de Riaño en 1526 para el nuevo Cabildo de la ciudad. En aquellos momentos recibe también el encargo por parte de la junta de gobierno de las Cigarreras, entonces establecida en la Iglesia de los Terceros, de proyectar un nuevo paso de palio para la Virgen de la Victoria. De esta forma introduce por vez primera el regionalismo en un paso al plasmar el estilo plateresco de las fachadas.
El planteamiento decorativo desarrollado para el palio y manto por Domínguez López fue una ruptura con los modelos románticos previamente utilizados en el bordado en Sevilla. Forjado en los ambientes regionalistas de Madrid, su aportación fue crucial para la introducción de la nueva estética en la Semana Santa y el patrimonio cofradiero, ya que si la ejecución material en 1894 de las bambalinas fue encargada a Emilia Salvador Ybarra, ante la imposibilidad de ésta de proseguir con el proyecto, se le encomendó entre 1895 y 1898 a Juan Manuel Rodríguez Ojeda el bordado del manto dibujado por Domínguez López, lo que supuso una colaboración esencial para el bordador en el desarrollo de sus trabajos posteriores, siendo un auténtico punto de inflexión en su propia evolución.
Los enseres y documentos expuestos estaban colocados en un espacio con forma de U. En primer lugar, veíamos la bambalina frontal del palio, con diseño de Pedro Domínguez López y bordado por Emilia Salvador Ybarra. Está realizada en terciopelo burdeos con decoración bordada en hilo de oro y sedas de colores. Originalmente las bambalinas exteriores fueron bordadas sobre terciopelo negro, trasplantándose a burdeos por Farfán Ramos entre 1925 y 1926. Recientemente, entre 2011 y 2012, fueron restauradas en el taller de Jesús Rosado en Écija tras la restitución del diseño original mediante técnicas digitales por Rafael de Rueda Burrezo.
Frente a la caída frontal, en una vitrina se mostraban diferentes documentos sobre aquellos años de la historia de la Hermandad de las Cigarreras y la realización del palio. En primer lugar, veíamos un recibo de Pedro Domínguez por los dibujos del palio y el manto, fechado el 10 de febrero de 1894. La cuantía por estos trabajos fue de 75 pesetas.
Seguimos con un documento del 2 de diciembre de 1894, que es el contrato de la hermandad con Emilia Salvador Ybarra por la adquisición de las bambalinas exteriores que ya estaban bordadas, pero que no se entregaron a la hermandad hasta que no fueron pagadas.
Del 24 de febrero de 1895 es el contrato entre la hermandad y Juan Manuel Rodríguez Ojeda para el bordado de la guardilla del manto.
El 18 de marzo de 1895 se hacía constar en el acta del cabildo general la imposibilidad de Emilia Salvador Ybarra de bordar el manto de la Virgen de la Victoria y el encargo de dicha tarea a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
El 16 de abril de 1895 se apuntaba el asiento contable del pago a Papelería Ferrer (Sierpes, 5) por la compra de 25 metros de papel para el dibujo del manto.
Un mes más tarde, el 16 de mayo de 1895, se emitía la factura de Cristóbal Ortega por la peana del paso de palio.
Del 21 de febrero de 1896 es el recibo del pago del coche a Pedro Domínguez López, diseñador del palio y manto, por asistir a la casa del bordador Rodríguez Ojeda.
El 8 de mayo del mismo año se reconocía la deuda de 32.878,75 reales con Cristóbal Ortega por la realización de los respiraderos del paso de palio.
El 1 de febrero de 1897 se firmaba el contrato entre la Hermandad de las Cigarreras y Juan Manuel Rodríguez Ojeda para el bordado del centro del manto y la crestería del palio.
Algo más de un año después, el 30 de abril de 1898, se realizó la factura de entrega de mayor cuenta de Juan Manuel Rodríguez Ojeda por los trabajos del bordado del manto y la crestería del palio.
Se completaba esta vitrina con un cliché del fotógrafo Almela con el paso de palio de la Virgen de la Victoria por la Plaza de la Encarnación fechado entre 1897 y 1899.
Colgadas y enmarcadas había otras tres fotografías antiguas del paso de palio en aquella época. De izquierda a derecha veíamos el mismo cliché anterior de Almela (1897-1899), un cliché de Beauchy conservado en la Hispanic Society of New York (1897-1899) y otro cliché de Almela de 1900.
Otra foto muy curiosa, ésta de 1891, es una que se encontraba repartida por cada uno de los talleres de la Fábrica de Tabacos (hoy Universidad) sobre un cepillo en el que se recogían donativos para el culto a la Virgen de la Victoria.
De 1896 son los respiraderos del paso de palio, diseñados por Pedro Domínguez y labrados en metal cincelado plateado y dorado por Cristóbal Ortega. En 1983 fueron restaurados por Orfebrería Triana, donde se hicieron las cartelas ovales centrales en metal dorado.
Bajo el paño frontal de los respiraderos había otra vitrina en la que se exponía en primer lugar el Libro de cargo y data de caudales recaudados por la Hermandad de las Cigarreras en la Fábrica de Tabacos (1891-1905).
También veíamos una memoria de los servicios prestados por la Asociación de Socorros a las operarias de la Fábrica de Tabacos bajo la advocación de Nuestra Señora de la Victoria (30 de junio de 1896).
Finalmente, del 30 de octubre de 1901 es un oficio de la junta de gobierno de la Hermandad de las Cigarreras al Consejo de Administración de la Compañía Arrendataria de la Fábrica de Tabacos, solicitándole una subvención equivalente por la desaparición de la Asociación de Socorros al crearse la Caja de Auxilios de la Compañía.
Continuamos con una saya de tisú de plata con decoración bordada en hilo metálico dorado y sedas de colores por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1905. Originalmente esta saya estaba bordada sobre terciopelo blanco, pero en 1956 el Taller de Caro la pasó a tisú de plata. En 2011-2012 fue restaurada por Jesús Rosado, que le devolvió el diseño original.
A continuación, se mostraba la foto de autor desconocido que ha servido de cartel de la exposición. Fue realizada entre 1910 y 1920, y en ella vemos a la Virgen de la Victoria con el manto de salida, la saya de Rodríguez Ojeda y la peana de Cristóbal Ortega.
Una saya más moderna, de 1995, se veía a continuación. Fue bordada por Talleres Santa Bárbara sobre terciopelo azul con decoración bordada en hilo metálico dorado y sedas de colores. El diseño de esta pieza se realizó tomando también el taller de bordados como inspiración la decoración plateresca de las fachadas del Ayuntamiento, de Diego de Riaño.
Seguimos con una pintura en óleo sobre lienzo, obra de Rafael Blas Rodríguez (1920), restaurada por Mercedes González Fuentes y María Arjonilla en 2013. En ella aparece la Virgen de la Victoria con el manto de salida, aún sobre terciopelo negro, y con la saya de Rodríguez Ojeda.
Vemos seguidamente el manto procesional de la Virgen de la Victoria, diseñado por Pedro Domínguez López y bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda entre 1895 y 1897. Está realizado en terciopelo burdeos con decoración bordada en hilo metálico dorado y sedas de colores. El manto se realizó en dos fases: una primera en 1895 consistente en la guardilla exterior, y una segunda en 1897 consistente en centro y costados. Originalmente fue bordado sobre terciopelo negro, pero entre 1928 y 1929 fue pasado a terciopelo burdeos por José Caro. Entre 1981 y 1982 fue restaurado en el Taller La Esperanza y en 1998 por Fernández y Enríquez. El manto estaba situado sobre la peana de metal cincelado plateado y dorado, obra de Cristóbal Ortega (1895).
También se exponía el faldón delantero del paso de palio de la Virgen de la Victoria, diseñado por Ignacio Gómez Millán en 1928. Son de terciopelo burdeos con decoración bordada en hilo metálico dorado y sedas de colores. Originalmente fueron bordados por José Caro entre 1928 y 1929. Ante el deficiente estado de conservación que presentaban, entre 2010 y 2011 se realizaron réplicas en el taller de Jesús Rosado, previa restitución digital del diseño por parte de Rafael de Rueda Burrezo.
Frente a los faldones podíamos ver los bordados interiores de una de las caídas laterales del palio. Son de terciopelo burdeos con bordados en hilo metálico dorado y sedas de colores, y el diseño se debe a José Fe Escalona. Originalmente fueron bordadas por Francisco Farfán Ramos en 1925 en sobrepuestos de tisú de oro. En 2010-2011 se realizaron réplicas en el taller de Jesús Rosado en oro fino y sedas de colores mediante la técnica del oro tendido y punto llano.
Completaban la exposición dos insignias del cortejo de la Hermandad de las Cigarreras. Por un lado, el Sinelabe, diseñado por Ignacio Gómez Millán y bordado por José Caro en 1928-1929. Está bordado en terciopelo burdeos con decoración de hilo metálico dorado y sedas de colores. En 2002-2003 fue restaurado por Fernández y Enríquez.
De la misma época, mismo diseñador y mismo bordador es el Senatus, también bordado en hilo metálico dorado y sedas de colores sobre terciopelo burdeos.
José Manuel López Bernal ha sido el comisario de esta exposición con la que la Hermandad de las Cigarreras ha completado la brillantísima celebración de su 450 aniversario fundacional, permitiendo al tiempo saber más acerca de unos bordados inspirados en la arquitectura del Ayuntamiento y que dieron lugar a una nueva etapa en el bordado cofradiero sevillano.