Por segundo año consecutivo, la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla en la calle Sierpes acoge la exposición de "Estrenos y Restauraciones" que presentarán las hermandades de penitencia durante la Semana Santa. El éxito del año pasado ha llevado al Mercantil a repetir esta experiencia que supuso en 2017 (ver) recuperar las tradicionales exposiciones de estrenos que décadas atrás se solían celebrar en el propio Ayuntamiento de Sevilla.
Hasta 24 hermandades participan este año en esta exposición, de la que han quedado fuera algunos estrenos importantes que ya hemos visto en otras muestras, como la restauración del palio de los Negritos, cuyo resultado conocimos precisamente en el Mercantil (ver), o la restauración del manto de la Virgen del Dulce Nombre, que se expuso en el Círculo de Labradores (ver).
Repasamos el contenido completo de la exposición comenzando por el patio, donde vemos el frontal del canasto del paso de misterio de la Hermandad de los Panaderos, así como las diferentes cartelas que lo rodean. La cofradía de la calle Orfila, que lleva varios años inmersa en actuaciones de mantenimiento y recuperación de su patrimonio artístico, ha restaurado para este año el dorado del paso del Prendimiento y las cartelas, labor llevada a cabo por los Hermanos González y Manuel Mazuecos García, respectivamente. Tanto el paso como las cartelas fueron obra de Antonio Castillo Lastrucci en 1945, año del estreno también de todo el conjunto escultórico del misterio.
El frontal del canasto cuenta con el escudo de la hermandad tallado sobre la cartela central, en la que se representa a Jesús con la cruz al hombro camino del Calvario y su encuentro con la Virgen María. El resto de cartelas representan las escenas de la Oración en el Huerto, el Prendimiento (para cuya talla se basó al completo en la propia escena del paso), la Sentencia, Jesús crucificado entre la Virgen y San Juan, y la Mortaja. El canasto incluye además la presencia de diferentes ángeles de madera policromada.
La Hermandad de la Bofetá no sólo presentará el próximo Martes Santo la restauración del manto de la Virgen del Dulce Nombre, sino también la de la peana procesional, que en 1921 labró Eduardo Seco Imberg en metal repujado y plateado. Orfebrería Domínguez se ha encargado este año de devolverle el esplendor.
A su lado, se sitúa el frontal de los respiraderos del paso de palio de la Virgen del Refugio, de la Hermandad de San Bernardo. Vemos también el faldón frontal, pero lo restaurado este año son los respiraderos, labor que ha realizado el orfebre Ramón León Peñuelas sobre esta obra de plata de ley repujada y sobredorada de José Manuel Ramos, de 1995.
Por su parte, la Hermandad de las Siete Palabras estrenará este año la restauración de las tallas de las tres Marías de su paso de misterio, talladas por Manuel Gutiérrez-Reyes Cano entre 1865 y 1866. Pedro Manzano se ha encargado de su restauración. De izquierda a derecha, y vestidas todas como salen cada Miércoles Santo, vemos a María Salomé, María Magdalena y María Cleofás.
Y otra talla secundaria recién restaurada es la del Cirineo de la Hermandad de San Roque, obra de Antonio Illanes de 1962 que acompaña a Nuestro Padre Jesús de las Penas, del mismo escultor. En este caso, la restauración ha sido responsabilidad de Victoria Fernández Espejo y José Ángel del Valle Serrano.
La Hermandad del Gran Poder ha restaurado los casquillos de la cruz del Señor, unas auténticas joyas de filigrana labradas por autor desconocido en plata de ley sobredorada y amatistas. Orfebrería Marmolejo se ha encargado este año de su restauración.
Continuamos con la toca de sobremanto procesional de la Virgen de la Cabeza, de la Hermandad de las Siete Palabras, confeccionada en 1982 por José Guillermo Carrasquilla, quien la bordó en oro sobre malla del mismo metal. La empresa de restauración de tejidos CYRTA ha restaurado esta pieza.
Debajo, vemos la corona de salida de la Virgen de Guadalupe, de la Hermandad de las Aguas, de plata repujada y sobredorada. Pedro Cabrera ha restaurado esta obra que el taller de Viuda de Villarreal realizó en 1977.
Al igual que la Hermandad de los Panaderos, también la de San Benito ha restaurado el canasto de su paso de misterio, el de la Presentación al Pueblo, obra de Antonio Martín Fernández, de 1967-1968. El taller de Manolo y Antonio Doradores se ha encargado de devolver el brillo al dorado de este paso.
Pasamos a otra toca de sobremanto, en este caso de la Virgen de los Desamparados, de la Hermandad de San Esteban. Fue bordada en oro sobre malla por José Guillermo Carrasquilla en 1983, mientras que la restauración la ha llevado a cabo Joaquín Salcedo Canca.
Por su parte, la Hermandad de la Lanzada ha restaurado las jarritas violeteras y el llamador del paso de palio de la Virgen del Buen Fin, obras ambas de metal dorado de Hijos de Juan Fernández, de 1973. Las jarritas han sido restauradas por Artesanía Santa María, y el llamador por Hijo de Juan Fernández.
A su lado, vemos unos incensarios de metal repujado y plateado de la Hermandad de la Candelaria, obra de Manuel Román Seco de 1952. La restauración la ha efectuado Orfebrería Ramos.
Seguimos con la cruz de guía de la Hermandad de las Penas, que está entre dos bocinas de los Javieres. En lo que se refiere a la cruz de guía, es de madera tallada, dorada y policromada con metal sobredorado, obra de 1966 de Antonio Vega Sánchez en la talla, Jesús Domínguez Vázquez en la orfebrería y Rafael Barbero Medina en la imaginería. Manolo y Antonio Doradores han restaurado el dorado, mientras que Orfebrería Domínguez ha actuado sobre la orfebrería. En la parte delantera de esta cruz están el escudo de la hermandad, elementos de la Pasión y los símbolos de los cuatro evangelistas (San Mateo arriba, San Lucas a la izquierda, San Juan a la derecha y San Marcos abajo); y en la parte trasera está el corazón y los siete puñales, símbolo de los Dolores de la Virgen, y los símbolos de las letanías del Santo Rosario.
En cuanto a las bocinas de los Javieres, pertenecen al cortejo del paso del Cristo de las Almas y los paños, que es lo que se ha restaurado, fueron bordados en oro sobre terciopelo burdeos por las Hermanas Martín Cruz en 1957. La restauración ha sido obra de José Ramón Paleteiro Bellerín.
Terminamos el recorrido de la sala de restauraciones con la Hermandad de la Candelaria, que ha restaurado también unos ciriales de metal repujado y plateado de Manuel Román Seco, de 1964. Orfebrería Ramos ha sido el taller responsable de la restauración.
Pasamos a la segunda sala, la que contiene los enseres de nueva ejecución que serán estrenados por distintas hermandades la próxima Semana Santa. Es el caso del bordado de la parte de malla de los respiraderos del paso del Sagrado Decreto de la Hermandad de la Trinidad. Mariano Martín Santonja ha bordado en oro estas zonas que hasta ahora no tenían bordado alguno.
Flanqueando a los respiraderos del Sagrado Decreto hay dos ciriales de la Hermandad de San Gonzalo, obra de metal repujado y plateado de Orfebrería Domínguez.
En la Hermandad de la Vera-Cruz, será novedad la candelería, labrada por Orfebrería Villarreal en metal repujado y plateado.
Por su parte, la Hermandad de la Milagrosa estrenará las caídas del palio, que estarán bordadas sobre terciopelo burdeos, en lugar del otomán que ha caracterizado al palio de la Virgen del Rosario durante estos últimos años. Joaquín Salcedo ha pasado los bordados de la caída frontal al nuevo tejido y ha confeccionado además el bordado de la trasera, que incluye el escudo del Papa Pío V, durante cuyo pontificado tuvo lugar la batalla de Lepanto, tras la que se popularizó el rezo del Santo Rosario.
Vemos ahora dos nuevos incensarios de la Hermandad de las Penas, labrados en plata de ley repujada por Orfebrería Domínguez, siguiendo el diseño que en su día creó Juan Carrero Rodríguez.
Continuamos con la nueva bandera de la Realeza, de la Hermandad de la Candelaria, confeccionada como una clásica bandera pontificia, con raso amarillo y blanco, y con un escudo papal bordado en el centro, en este caso el del Papa Pío XII, que fue quien declaró el dogma de la Realeza de María en 1954. Mariano Martín Santonja ha sido el encargado de bordar esta nueva insignia.
A su lado, una nueva bandera de la Hermandad de los Negritos, bordada en oro y sedas sobre raso rojo y negro por el taller de Bordados Santa Clara.
La Hermandad de los Javieres, que ya hemos visto que ha restaurado los paños de bocina del paso de Cristo, estrenará los nuevos paños de las bocinas del paso de palio de la Virgen de Gracia y Amparo. Han sido bordados en oro y sedas sobre terciopelo burdeos por José Ramón Paleteiro. Cuentan en el centro con sendos corazones alados, símbolo de la advocación del Amparo.
También forma parte de la exposición el llamativo y polémico paño de la Verónica de la Hermandad del Valle de este año, obra bordada sobre lino por Guillermo Paneque. Será el paño que portará la imagen de la Verónica sobre el paso de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, que por primera vez será una obra de bordado y no pictórica.
La Hermandad de Torreblanca continúa con su proceso de reforma del paso de palio de la Virgen de los Dolores. Este año, la novedad será el estreno de los respiraderos, realizados en metal plateado y repujado por Manuel de los Ríos e Hijos, de Orfebrería Andaluza. En el frontal cuenta con una imagen de San Antonio de Padua, titular de la parroquia y de la propia hermandad, mientras que en la parte superior, entre ángeles, está la imagen del Inmaculado Corazón de María, titular de la hermandad de gloria existente también en Torreblanca. También vemos diferentes escenas de la vida de la Virgen, y llaman la atención las torres que cuelgan de las maniguetas, en alusión al nombre del barrio.
Por su parte, la Hermandad de la Estrella estrenará este año los seis ciriales que antecederán al paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas, diseñados por Sergio Cornejo Ortiz. La parte de orfebrería, obra de Ramón León Peñuelas, es de plata de ley repujada y fundida; mientras que la imaginería, de madera tallada y policromada, es de Encarnación Hurtado. En los lados de cada cirial vemos el emblema JHS, una custodia, el emblema de San Francisco de Paula y la representación del Lignum Crucis. En cuanto a las tallas de ángeles que hay en cada cirial, portan elementos de la Pasión de Cristo: un cáliz, el titulum (INRI), los clavos, la cruz, el martillo y las tenazas, y la túnica y los dados.
También estrenará la Hermandad de la Estrella un báculo-relicario de San Francisco de Paula, de madera de caoba tallada y plata de ley. Es obra de Orfebrería Bernet, según el diseño de Sergio Cornejo Ortiz.
Vemos ahora el guión de la Coronación de la Virgen de la Salud de San Gonzalo, insignia que será novedad en Semana Santa este año, aunque ya se pudo ver en las calles en la salida extraordinaria de la Coronación Canónica (ver). Diseñado por Francisco Javier Sánchez de los Reyes, fue bordado en oro y sedas sobre tisú de oro por Jesús Rosado Borja, mientras que el asta, donde vemos el escudo del arzobispo Juan José Asenjo, es de Orfebrería Maestrante.
Junto a este guión de San Gonzalo hay cuatro varas de la Hermandad de las Siete Palabras, labradas en metal repujado, fundido y plateado por Orfebrería Orovio de la Torre.
Seguimos con una vitrina, en la que se muestran varios enseres de distintas cofradías. Por un lado, los nuevos medallones de los pertigueros de la Hermandad de la Candelaria, de plata de ley repujada, obra de Orfebrería Ramos. Uno de los medallones tiene una custodia, y el otro lleva el anagrama mariano.
A su lado, se muestra uno de los nuevos casquillos de la cruz del Santísimo Cristo de la Lanzada, obra de plata repujada y sobredorada de Ramón León Peñuelas, según diseño de su hijo, Ramón León Losquiño.
De la Hermandad del Carmen Doloroso son unas nuevas potencias para Nuestro Padre Jesús de la Paz, diseñadas por el propio autor de la imagen, Francisco Reyes Villadiego, y labradas en plata repujada y sobredorada, y amatistas por Orfebrería Villarreal.
Seguimos con una miniatura de San José Obrero que irá en la calle central de la candelería del paso de palio de la hermandad del mismo nombre. Orfebrería Andaluza ha reproducido en metal fundido, cincelado y plateado la talla que ha servido de modelo, de Mariano Sánchez del Pino.
Otro juego de potencias vemos a continuación, en este caso de Nuestro Padre Jesús Cautivo, de la Hermandad de Torreblanca. Son de Orfebrería Andaluza, de plata repujada y sobredorada, y fueron estrenadas en el reciente Vía Crucis de las Cofradías (ver).
La última pieza de la vitrina es un puñal de plata de ley repujada, obra de Joaquín Ossorio, que estrenará la Virgen de las Tristezas, de la Hermandad de la Vera-Cruz.
Finalmente, concluye la exposición con el guión del IV Centenario de la fusión de la Hermandad del Cristo del Amor con la de la Borriquita, insignia que ya vimos en la exposición conmemorativa de esta efeméride celebrada en el Ayuntamiento (ver). El escudo central procede de un antiguo estandarte corporativo de la hermandad, obra de Victoria Caro de 1927, que ha sido restaurado por Francisco Carrera Iglesias, autor de los nuevos bordados de oro y sedas que lo rodean. En cuanto al asta de plata, es de Orfebrería Villarreal, y en él se representan las distintas sedes canónicas por las que ha pasado la hermandad en estos últimos cuatro siglos. Junto al guión, vemos las cuatro varas que lo acompañarán en el cortejo del paso del Cristo del Amor, realizadas en metal repujado y plateado por Orfebrería Villarreal.
Hasta este domingo día 4 puede visitarse esta segunda edición de la exposición de estrenos y restauraciones en el Mercantil, que permite contemplar las novedades que después, en la calle, será más difícil ver con todo detalle.