Tras el triduo en su honor y antes de la función que tendrá lugar a las ocho de esta tarde y la posterior subida a su paso, María Santísima de los Dolores, de la Hermandad de las Penas de San Vicente, se encuentra este Viernes de Dolores expuesta en besamanos en el presbiterio alto de la parroquia, sobre una peana roja con apliques de plata.
La Virgen de los Dolores está vestida con el conjunto de manto de cultos y saya, ambos de terciopelo azul oscuro con bordados en oro, de Manuel Mendoza Ordóñez y Salvador Aguilar San Miguel, con diseño de este último (1997). En el pecherín tiene un puñal de oro y piedras preciosas diseñado por Cayetano González de 1981 y en la cabeza la corona de salida, de plata sobredorada, obra de Jesús Domínguez (1961).
Rodean a la dolorosa un buen número de candeleros y algunos blandones, todo ello con cera blanca, seis jarras sobre pies y columnas de madera dorada con claveles también blancos, y dos mesas de madera dorada con un total de cuatro jarritas con flores de talco y dos candelabros de plata con cinco velas cada uno.
Al fondo está el dosel de cultos de la hermandad, que cobija la cruz de madera que a veces lleva sobre sus hombros Nuestro Padre Jesús de las Penas y que aquí está situada en posición vertical y lleva casquetes de plata. El retablo mayor, por su parte, está cubierto con un gran cortinaje de terciopelo granate.