SAN HERMENEGILDO VUELVE RESTAURADO A SU TEMPLO Y SALDRÁ EL 11 DE MAYO

El pasado fin de semana la imagen de San Hermenegildo, titular de la hermandad del mismo nombre, permaneció expuesto a la veneración en el presbiterio de su templo tras la restauración llevada a cabo por un equipo multidisciplinar dirigido por Carlos Peñuela Jordán a lo largo del pasado año 2023.

El santo que preside la iglesia a la que también da nombre es una imagen de principios del siglo XVII atribuida a Juan Martínez Montañés. El estado que presentaba ha obligado a actuar en la limpieza de la talla, fijación y reintegración de la policromía, eliminación de repintes, reconstrucción de piezas faltantes, creación de un nuevo sistema de sujeción de la imagen y aplicación de una capa de protección final. Además, se ha hecho una copia digital de la talla para garantizar su conservación en el futuro.

Esta actuación tan completa sobre tan valiosa imagen de San Hermenegildo ha sido posible gracias a la subvención del ochenta por ciento del coste de los trabajos por parte de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía dentro de su programa de ayudas para la restauración de obras de arte sacro.

La restauración de San Hermenegildo permitirá que presente un inmejorable aspecto de cara a la que será su primera salida procesional en esta nueva etapa de la corporación letífica. Será el próximo 11 de mayo cuando el santo salga a las calles en una nueva procesión de gloria en la ciudad; y lo hará sobre el antiguo paso de la Virgen de Valvanera que ya pudimos ver el pasado mes de noviembre en la salida de la Virgen de la Medalla Milagrosa (ver).

JUAN MIGUEL MARTÍN MENA, AUTOR DEL CARTEL DEL PREGÓN UNIVERSITARIO 2024

La Hermandad de los Estudiantes presentó ayer el cartel anunciador del Pregón Universitario 2024 que el próximo 12 de marzo pronunciará en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla el estudiante Manuel Cantelar Casado, que cursa el sexto curso de Medicina. La propia hermandad describe la obra: 

"La silueta del Santísimo Cristo la Buena Muerte, con una paleta de color valiente que capta la atención del espectador, protagoniza el cartel del Pregón Universitario de la Semana Santa de Sevilla de 2024, obra del artista Juan Miguel Martín Mena (Cádiz, 1979).

En un segundo plano de la composición queda proyectada sutilmente la silueta del Ángel de la Fama que corona la fachada principal del Rectorado de la Universidad, y entre unos papeles, que parecen sacados de cualquier carpeta estudiantil, llama la atención la belleza serena de la Santísima Virgen de la Angustia, retratada en una estampa de la década de los 40.

La obra está realizada en técnica mixta (grafito, bolígrafo y acrílico) sobre papel de algodón encolado a una tabla de 60 x 100 centímetros. El autor ha sobrepuesto diferentes piezas de papel a modo de collage para jugar con los planos y las texturas.

Según ha explicado Martín Mena, el papel es, en sí, gran protagonista de esta obra. «Su blanco envejecido aporta a esta obra la luz, la vida que se antepone al fondo negro carbón, que nos habla de luto y muerte, ese negro que trae también la melancolía de las antiguas pizarras que tanto han enseñado entre estas paredes a lo largo de la historia. Y sobre el blanco y el negro, entre la vida y la muerte, se desgarra la silueta indiscutible del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que se alza en alto, rotundo y contundente cual estandarte del cristiano. Es Dios sobre todas las cosas».

Bajo la estampa de la Virgen de la Angustia, de la que cuelga un rosario, el autor ha incluido, de puño y letra del mismo, el nombre de Manuel Cantelar Casado, el pregonero que elogiará, a través de una mirada universitaria, la Semana Santa sevillana el próximo 12 de marzo. De su puño y letra queda también autografiado el título de su pregón: «Cien años de cátedra».

A los pies del Ángel de la Fama se reproducen los renglones del poema Vexilla Regis, (el estandarte del rey o las banderas del Rey) un himno tradicional para la Semana de Pasión compuesto por San Venancio Fortunato en el año 569. Los versos cantan el misterio de la cruz y del amor de Cristo, que muriendo nos rescató de la muerte y nos dio la vida".

EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE, EN BESAPIÉ EN LA PARROQUIA DE SAN JULIÁN

Después del vía crucis celebrado en la tarde del pasado sábado, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de la Hiniesta permaneció durante la jornada del domingo expuesto en besapié en el altar mayor de la Parroquia de San Julián, donde fue situado en posición vertical, con algunos claveles rojos en la base de la cruz a modo de pequeño monte floral.

El crucificado de Antonio Castillo Lastrucci, que tenía puestas sus potencias de salida, estaba flanqueado por dos parejas de blandones de madera dorada con cirios color tiniebla. Y en el centro de cada pareja se ubicó una jarra del paso de palio de la Virgen de la Hiniesta también con claveles rojos sobre sendos pies de base cuadrada con decoración pictórica.

Algo más atrás se colocó a cada lado una mesa dorada sobre la que se dispusieron más claveles rojos, pequeños candeleros y dos candelabros de plata. Y detrás se elevaba el altar del reciente quinario al crucificado, ahora con el dosel vacío sin la presencia de la imagen. Ante el dosel, de terciopelo rojo y con galones dorados en la gotera, había un gran número de candeleros, un pequeño candelabro en el centro y diversas jarras y jarritas también del palio con claveles.

NUESTRO PADRE JESÚS DE LAS PENAS DE SAN ROQUE SE MOSTRÓ EN BESAPIÉ

El pasado fin de semana tuvo lugar el besapié a Nuestro Padre Jesús de las Penas, de la Hermandad de San Roque, para lo que fue situado sobre las andas en las que en la noche del domingo recorrió las naves de la parroquia durante el rezo del vía crucis.

El Señor estaba vestido con una túnica lisa de terciopelo morado y llevaba las manos atadas delante del cuerpo. Además, tenía puestas una corona de espinas y un juego de potencias. A su alrededor había cuatro faroles dorados en las esquinas de las andas, así como un pequeño monte de claveles rojos. Estas flores también estaban en dos jarras del paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza colocadas al lado de las andas sobre sendos pies de base cuadrada.

Más hacia los extremos se dispusieron seis blandones con cera roja, tres a cada lado, que abrazaban desde atrás unos jarrones con más claveles rojos colocados sobre estípites. Al fondo, delante de un gran cortinaje de damasco rojo que cubría el retablo mayor, estaba el dosel de cultos de la hermandad y ante él ocho candeleros con cirios rojos y más claveles del mismo color. Finalmente, hay que mencionar la presencia del estandarte corporativo en el lado izquierdo de todo el conjunto.