domingo, 31 de mayo de 2015

SEVILLA EN JEREZ (XXV): La relación entre las cofradías de los Señores de ambas ciudades

Retomamos la serie "Sevilla en Jerez" en su capítulo 25 con una hermandad jerezana que, a priori, nada parece tener que ver con Sevilla, como es la Hermandad del Nazareno. Se trata de una cofradía que mantiene intacta su estética clásica jerezana, con sus tres pasos (el Nazareno, San Juan y la Virgen) cargados al modo tradicional de la ciudad gaditana; es decir, con cargadores que los portan en un solo hombro, tanto por dentro como por fuera, provistos de horquillas sobre las que descansan en cada parada, ya que los pasos en la calle carecen de zancos.
Además, los cofrades hombres no llevan oculta la cara, sino que llevan sobre sus cabezas unas tocas egipcias que caen hacia atrás. Las mujeres sí que tapan sus caras, aunque carecen de capirotes y todas ellas portan faroles.
Éstas y otras características podrían hacernos pensar que nada hay que pueda emparentar al Nazareno de Jerez con Sevilla. Sin embargo, en febrero de 2014 Juan Antonio Vidal Dorado dio a conocer en un artículo publicado en el Boletín de las Cofradías de Sevilla al menos tres aspectos que demuestran la vinculación de esta cofradía jerezana de la Madrugá (allí conocida como Noche de Jesús, en alusión precisamente al Nazareno) con la Hermandad del Gran Poder.
Empecemos por comentar el paso del Nazareno de Jerez, talla anónima de principios del siglo XVII (probablemente de 1604), aunque otra teoría defiende la fecha de 1671.

Nuestro Padre Jesús Nazareno (Foto: jerezpenitente.es)

El Nazareno procesiona sobre un paso de estilo barroco de Juan Pérez Calvo, que tiene sólo canasto, sin respiraderos, ya que, como hemos dicho, el paso es cargado por cofrades al hombro, tanto por dentro como por fuera. Durante muchos años era iluminado por seis faroles dorados, aunque hace algunos años se recuperaron los primitivos candelabros de guardabrisas, que son los que lleva actualmente.
Pero en el paso no va únicamente el Nazareno, sino que le acompaña la figura de un sayón que va tirando del Señor con una cuerda que éste lleva atada, en ocasiones al cuello y en otras a la cintura. El sayón recibe el nombre popular de Marquillo, que podría provenir del nombre propio Malco, sayón que abofeteó al Señor ante Anás, aunque también hay quien ve en Marquillo una contracción de la expresión "mal chiquillo", por el daño que va infligiendo a Jesús al tirar de él de esa forma.

Paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con Marquillo en la delantera.

Lo curioso del asunto es que este personaje, que siempre acompañó al Nazareno de Jerez en su paso y que tan poco habitual es en la iconografía del Nazareno de prácticamente ningún sitio en la Semana Santa, aparece en una de las cartelas del paso del Gran Poder, obra de Francisco Antonio Gijón tallada entre 1688 y 1692, posterior, por tanto, a la talla del Nazareno jerezano y de Marquillo, tanto si tomamos como referencia la fecha de 1604, como la de 1671.
El 'Marquillo' del paso del Gran Poder aparece en la cartela frontal con la misma postura e incluso con un ropaje parecido, que se quiere vincular, y así lo afirma Juan Antonio Vidal en su artículo, al de los tercios de Flandes de aquella época. Sin duda, Gijón tuvo que conocer la iconografía del Nazareno de Jerez cuando talló las cartelas del paso del Señor de Sevilla.

Cartela frontal del paso del Gran Poder, con una figura similar a Marquillo delante de Jesús.

Pero si en el tema que acabamos de tratar podríamos ver una influencia estética del Nazareno de Jerez en la Hermandad del Gran Poder, al hablar de la dolorosa la influencia sería la inversa: de Sevilla a la ciudad gaditana. No hay más que analizar cuál es la advocación de la imagen de la Virgen a la que da culto la Hermandad del Nazareno, y que no es otra que Nuestra Madre y Señora del Traspaso.
Curiosamente, hasta principios del siglo XIX no consta en ningún documento de la hermandad jerezana advocación alguna para su dolorosa, aunque sí que contaba con una talla de la Virgen en su cortejo. En concreto, la primitiva Virgen del Traspaso de Jerez (actualmente advocada como Virgen de los Dolores y perteneciente a la Hermandad de las Tres Caídas, como vimos en el capítulo XV de "Sevilla en Jerez"), es de mediados del siglo XVIII, época en la que el beato Diego José de Cádiz, vinculadísimo a la Hermandad del Gran Poder, comienza a establecer una fuerte relación también con la Hermandad del Nazareno de Jerez. Hay que tener en cuenta que el mismo año, 1768, en que Diego José de Cádiz escribe la novena al Gran Poder, escribe también el ejercicio del vía crucis del Nazareno jerezano.
No es difícil pensar que, por dicha influencia, la Virgen jerezana sin advocación anterior comenzara a conocerse como Virgen del Traspaso, teniendo en cuenta además que ésa era la advocación de la dolorosa de la Hermandad del Gran Poder, que no añadió la de Mayor Dolor hasta bastante tiempo después.
La primitiva Virgen del Traspaso, hoy como decimos propiedad de la Hermandad de las Tres Caídas, sería sustituida por la actual, obra atribuida recientemente al barcelonés Pablo Rosich, a finales del siglo XIX, y procesiona en un paso de palio, el único que queda en Jerez cargado a un hombro, con bordados de varios autores, entre ellos Juan Manuel Rodríguez Ojeda, autor del techo, y con orfebrería de Villarreal.

Paso de palio de Nuestra Madre y Señora del Traspaso.

Para completar la información sobre los pasos de la Hermandad del Nazareno, hay que apuntar que entre el paso del Señor y el de la Virgen figura en el cortejo un paso propio para San Juan, apóstol que, junto a San Andrés, es titular también de la hermandad.
San Juan, talla anónima del siglo XVII, va en un pequeño paso dorado realizado, como el del Nazareno, por Juan Pérez Calvo, y llevado por los cargadores más jóvenes de la hermandad, que al crecer acaban pasando a alguno de los otros dos pasos.

Paso de San Juan, saliendo de la Capilla de San Juan de Letrán en la Madrugada del Viernes Santo.

Pero, como decíamos al principio, son tres los aspectos que avalarían la vinculación entre las hermandades del Nazareno y el Gran Poder, y que recogió Juan Antonio Vidal en su artículo. El tercero, aunque no tiene nada que ver con el patrimonio, resulta curioso, y es que en 1934 y 1935 la cofradía jerezana, ante la inestabilidad política que vivía España y el clima anticlerical, consulta a la sevillana sobre si salir o no salir aquel año. Ambas hicieron lo mismo: en 1934 no salieron; en 1935, sí.
Son las hermandades que tienen como titulares a las imágenes de Cristo que más devoción generan en Sevilla y en Jerez: el Gran Poder y el Nazareno, el Señor de Sevilla y el Señor de Jerez, o simplemente el Señor en la capital hispalense y Jesús en la ciudad gaditana, que lo tiene todo el año en su céntrica Capilla de San Juan de Letrán, en plena Alameda de Cristina.

Capilla de San Juan de Letrán.

A la memoria de mi padre, cofrade y cargador del Nazareno

viernes, 29 de mayo de 2015

SACRA HÍSPALIS: "LA CIUDAD COMO SAGRARIO. LAS VÍSPERAS DEL CORPUS EN SEVILLA (III)"


El próximo miércoles, víspera de la festividad del Corpus Christi, tendrá lugar una nueva edición de la serie de itinerarios culturales y religiosos Sacra Híspalis, dirigida por Irene Gallardo, titulada en este caso "La ciudad como sagrario. Las vísperas del Corpus en Sevilla (III)".
El lugar de encuentro de este nuevo itinerario será el Círculo Mercantil e Industrial, en la calle Sierpes, a las seis y media de la tarde, donde se iniciará un recorrido que durará aproximadamente unas tres horas y media. Se visitarán la exposición "Un rosario de fe y cuatro siglos de historia en Mairena del Aljarafe"; los pasos de la procesión del Corpus en la Catedral; la procesión extraordinaria del Ecce Homo y Santa Teresa de Jesús, del Convento del Santo Ángel; los altares de la procesión eucarística; y la procesión de la Hiniesta Gloriosa.
Irene Gallardo, organizadora del itinerario, explica así este nuevo itinerario: "El origen de la fiesta dedicada al Cuerpo y la Sangre de Jesús se encuentra en la Baja Edad Media. En Sevilla, las primeras fechas que se manejan son los años 1426 y 1532, cuando se acuerda el recorrido de la procesión, el mismo que aún hoy se realiza. En el siglo XVI se organizaban festejos y se cubrían las calles con romero, coincidiendo su máximo esplendor con la consolidación de Sevilla como principal ciudad de Europa, al ser puerta y puerto de Las Indias. En el XVIII, se suprimieron los actos populares de carácter festivo como eran los bailes y los gigantes y cabezudos, considerados profanos, no recuperándose su popularidad hasta el siglo XIX. La ampliación del cortejo del Corpus se lleva a cabo en el siglo XX, con numerosas representaciones de hermandades y estamentos de la ciudad, que lo convierten en el más numeroso. Igualmente este siglo también supuso la reducción en cuanto a pasos e imágenes de Gloria. En pleno siglo XXI, forman parte del cortejo todas las hermandades de la ciudad, autoridades civiles, eclesiásticas y militares, nueve pasos y la portentosa custodia de Arfe con el Santísimo Sacramento. La fiesta del Corpus y su víspera son un acontecimiento religioso, cultural y artístico de nuestra ciudad, inigualable".
Las inscripciones para participar en este nuevo itinerario de Sacra Híspalis se pueden realizar a través de la dirección de correo electrónico sacrahispalis@gmail.com.

jueves, 28 de mayo de 2015

UNA PINTURA DE DANIEL PUCH ANUNCIA EL CORPUS 2015 EN EL CARTEL MUNICIPAL


El Ayuntamiento de Sevilla ha escogido una pintura del artista Daniel Puch Rodríguez-Caso, fallecido en febrero de 2014, para anunciar la festividad del Corpus Christi, que tendrá lugar la próxima semana.
La obra refleja a tres niños seises vestidos de rojo, como corresponde a esta festividad, en la Plaza de la Virgen de los Reyes. En concreto, se les ve de espaldas, pisando el suelo alfombrado de romero y juncia, y dirigiéndose hacia la Plaza del Triunfo, de la que al fondo asoma sobre los árboles el monumento a la Inmaculada. A la derecha, se ven la reja que da acceso a la Puerta de los Palos de la Catedral y el ábside de la Capilla Real.
El Consistorio ha querido homenajear así a un gran artista desaparecido que supo captar con sus pinceles la vida de la ciudad y sus tradiciones.
Completan el cartel la leyenda "Corpus Christi" en color negro y "Sevilla" en rojo en la parte superior, y el emblema del Ayuntamiento en la parte inferior.

miércoles, 27 de mayo de 2015

LA VIRGEN DEL DULCE NOMBRE Y SAN JUAN SERÁN RESTAURADOS ESTE MISMO AÑO


La Hermandad de la Bofetá aprobó ayer, en cabildo general extraordinario, la restauración de la Virgen del Dulce Nombre y de San Juan Evangelista, continuando así con la labor emprendida el año pasado por la nueva junta de gobierno con la imagen de Nuestro Padre Jesús ante Anás, que salió a las calles el pasado Martes Santo con la recuperación de su aspecto original gracias al trabajo de Carmen Bahíma.
Ella misma será también la encargada de la restauración de la dolorosa y de San Juan, que presentan fundamentalmente un problema de ennegrecimiento de la policromía y otros desperfectos que serán subsanados, algo necesario desde hace ya bastante tiempo, aunque la existencia de un comisionado durante varios años en la hermandad retrasó estas actuaciones iniciadas en 2014 con el Señor.
Según ha acordado la junta de gobierno que dirige Manuel Casal, la primera imagen que va a ser restaurada será la de San Juan Evangelista, mientras que en otoño, después de los cultos en su honor que tienen lugar durante el mes de septiembre, será el turno de la Virgen del Dulce Nombre, a la que Bahíma realizará un nuevo candelero y cuyo regreso a San Lorenzo se prevé para la Cuaresma de 2016.
De esta forma, la Hermandad del Dulce Nombre habrá conseguido restaurar a sus imágenes titulares y procesionales, las tres de Antonio Castillo Lastrucci, en sólo dos años. A partir de ahí, la junta de gobierno pretende seguir con la restauración de las imágenes secundarias del misterio de la Bofetá, de la que ya se han restaurado algunas, y con los bordados del paso de palio, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

lunes, 25 de mayo de 2015

UN AZULEJO PARA LOS SANTIZO


Aunque hace algunos meses se presentó un boceto para un monumento al costalero como figura clave, dicen, de la Semana Santa, bien está comprobar que siempre habrá alguien dispuesto a recordar a otros colectivos que, como los demás, todos por igual, son figuras clave de la principal fiesta de la ciudad.
En este caso, nos referimos al colectivo de encendedores de los pasos, que tienen en la familia Santizo uno de sus principales exponentes. Desde la pasada Semana Santa, un azulejo recuerda a esta familia en plena Plaza de San Román, collación a la que perteneció José Santizo Roldán, primer nombre de una saga de encendedores de pasos y altares que alcanza ya la cuarta generación.
La casa sobre la que se ha situado el azulejo corresponde al número 25 de la calle Peñuelas, esquina con Socorro. Ahí puede leerse, bajo los emblemas del Ayuntamiento de Sevilla y del Consejo General de Hermandades y Cofradías, lo siguiente: "En esta collación nacieron y vivieron José Santizo Roldán (11-03-1878 / 12-12-1950) y sus descendientes. Fue el fundador de la saga de "encendedores" de pasos y altares, y acólitos que presta sus servicios a las hermandades y cofradías de nuestra ciudad desde hace más de un siglo. El Excmo. Ayuntamiento de Sevilla y el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla acuerdan dedicarle este azulejo para perpetuar su memoria. Se descubrió siendo alcalde D. Juan Ignacio Zoido Álvarez y presidente D. Carlos Bourrelier Pérez. La Hermandad de la Santa Caridad, propietaria de este edificio, colabora permitiendo la colocación de este azulejo. Sevilla, Cuaresma 2015".
La importancia de esta familia es tal en la intrahistoria de las cofradías sevillanas, que incluso uno de sus miembros, Miguel Ángel Santizo Rodríguez, que llegó a desempeñar varios cargos destacados en la Hermandad de Torreblanca, escribió un libro titulado "La saga de los Santizo", editado por Jirones de Azul.
Actualmente, los Santizo prestan sus servicios como encendedores en hermandades como Bellavista, Torreblanca, San Roque, San Bernardo o la Soledad de San Lorenzo.




sábado, 23 de mayo de 2015

UNA MUJER DE DIOS: SANTA TERESA Y SEVILLA


El pasado miércoles se clausuraba la exposición "Una mujer de Dios: Santa Teresa y Sevilla", organizada por la Comunidad Carmelita del Convento del Santo Ángel con motivo del quinto centenario del nacimiento de la santa de Ávila, y celebrada en la sede del Círculo Mercantil e Industrial, en la calle Sierpes.
Esta muestra ha permitido ahondar en la figura de la reformadora de la Orden del Carmelo, y sobre todo en su paso por Sevilla, donde encontró serias dificultades para su labor por las especiales características de la ciudad en aquella época, entonces puerta de entrada de las riquezas que llegaban de América.
Varios conventos, instituciones y particulares han colaborado cediendo obras de arte relacionadas con Santa Teresa, algunas de ellas verdaderamente curiosas y que, por el lugar al que pertenecen, son muy difíciles de contemplar o prácticamente inéditas para cualquiera.
El padre Juan Dobado Fernández ha ejercido de comisario y guía de esta muestra, que se iniciaba en el patio del Círculo Mercantil, donde un alto montaje mostraba una imagen de la Transverberación de Santa Teresa, obra anónima del siglo XVII, perteneciente al Convento de las Carmelitas Descalzas de Écija.





Entrando en la primera sala, nos encontramos en primer lugar con "Visión de Santa Teresa", una obra pictórica de Beatriz Barrientos del año 2010 y perteneciente al Convento del Santo Ángel.


A continuación, veíamos un conjunto escultórico que representaba la escena de la conversión mística que vivió Santa Teresa en 1554 ante la representación del Ecce Homo, a quien la santa pidió fuerzas para su misión reformadora. Para representar esta escena, se utilizó una imagen de Santa Teresa del siglo XVII y autor desconocido, que recibe culto en la Parroquia de Santa Ana. Junto a ella, un impresionante Ecce Homo tallado por Francisco Romero Zafra y terminado este mismo año, con destino a Valladolid. Antes de su marcha, sin embargo, este Ecce Homo, junto a la imagen de Santa Teresa, obra del mismo autor, del Convento del Santo Ángel, presidirá el altar que con motivo de la procesión del Corpus Christi instalará la Hermandad de las Siete Palabras en la Plaza del Salvador. Para ello, ambas imágenes saldrán la tarde del miércoles 3 de junio sobre el paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, de San Juan de Aznalfarache, en procesión desde el Santo Ángel hasta el Salvador, y regresarán el jueves 4, cuando haya concluido la procesión eucarística.













Seguimos con dos curiosas urnas del siglo XVIII y autor anónimo que representan al profeta San Elías y a Santa María Magdalena, del Convento del Santo Ángel.



Del mismo convento, se exponía una maravilla escultórica, una pequeña talla de la Virgen del Carmen, obra del imaginero Cristóbal Ramos, del siglo XVIII.



Al lado de esta talla, en una vitrina se podían ver una talla de San Juan de la Cruz (anónimo, siglo XVIII), de las Carmelitas Descalzas de Dos Hermanas; un Ecce Homo (anónimo, siglo XVII), del Convento del Santo Ángel; una urna de carey con la escena de la Visión del Collar (anónimo, siglo XVII) también del Santo Ángel; un grabado de San José de la Esclavitud del Santo Ángel (anónimo, siglo XVIII); una talla de San José (Juan Alberto Pérez Rojas, 2015) de una colección particular de Sevilla; y una imagen de Santa Teresa (anónimo, siglo XVIII) de las Carmelitas Descalzas de Dos Hermanas.




Seguimos con un Niño Jesús del siglo XVII, de escuela montañesina, perteneciente al Convento del Santo Ángel.


Del mismo convento es una curiosidad, como es la obra "Santa Teresa Doctora", dentro de una urna ovalada de cristal. Es de autor desconocido, del siglo XIX.


La Parroquia de San Vicente también ha colaborado en esta exposición cediendo una talla de Santa Teresa de Jesús de autor anónimo, del siglo XVII.


A continuación, se mostraba la pintura "Santa Teresa Escritora", de un autor desconocido que lo pintó en 1882 para las Carmelitas Descalzas de Sanlúcar de Barrameda.


A continuación, otra pintura. En este caso, "La Visión del Clavo", de autor desconocido y del siglo XVII, obra perteneciente a la Hermandad de Montserrat.


Al Convento del Santo Ángel pertenece una carta autógrafa de Santa Teresa de Jesús, del año 1578, que se conserva en el interior de un marco de plata.


Veíamos también la talla "Santa Teresa de Jesús Escritora", atribuida a Pedro Duque Cornejo y conservada en el Convento de las Carmelitas Descalzas de Sanlúcar de Barrameda.


Seguimos con una interesante colección de escenas de la vida de Santa Teresa, de autor desconocido y del siglo XVIII, propiedad del Convento de las Teresas. Forman parte de esta colección las escenas de la Visión del Anillo, Cristo dando de comer a la Santa, Merced de la Comunión, Visión del Clavo, Diálogo con San Juan de la Cruz y Visión del Collar.







En una pequeña vitrina se exponían un grabado de Santa Teresa de autor anónimo, del siglo XVII, del Convento del Santo Ángel; y una serie grabada de la santa de Collaert y Galle, de 1613, perteneciente al Convento de las Teresas.



Terminamos esta sala con una última vitrina, donde se exponían varias obras de Santa Teresa de Jesús, además de un grabado del obispo Juan de Palafox (anónimo, siglo XVIII), del Convento del Santo Ángel.


Ya en la segunda sala, veíamos en primer lugar un boceto de la imagen de Santa Teresa del Santo Ángel, de Francisco Romero Zafra, de 2007. Pertenece a la propia colección del autor, en Córdoba.


A su lado, se encontraba una pequeña talla de Santa Teresa escritora, de escuela granadina, del siglo XVII y perteneciente al Convento del Santo Ángel.


Seguimos con un exvoto de Santa Teresa, pintado por autor desconocido en el siglo XVIII y propiedad del Convento de Carmelitas Descalzas de Sanlúcar la Mayor.


Otra pintura es la de "Los cinco santos canonizados en 1622", entre ellos, Santa Teresa. Es obra anónima del siglo XVII, perteneciente a la Iglesia de San Alberto, de los Padres Filipenses.


A su lado, una pequeña pintura del Convento del Santo Ángel, con la escena de la Transverberación de Santa Teresa (anónimo, siglo XVIII).


Y curiosamente, junto a ésta veíamos otra pintura de la misma época, también con la escena de la Transverberación, y también propiedad del Santo Ángel.


Esta exposición nos ha dejado una curiosidad no vista antes en muestras similares en el Círculo Mercantil. Así, en un hueco abierto en la sala, junto a la escalera del edificio que se encuentra al otro lado, se recreó la celda de Santa Teresa, donde había una imagen de la santa escritora y sedente, del siglo XVIII, propiedad de las Carmelitas Descalzas de Sanlúcar la Mayor.






Seguimos con la obra que se ha utilizado para ilustrar el cartel de la exposición, "Transverberación de Santa Teresa", de Cristóbal Ramos, tallada hacia 1780 y propiedad de la Iglesia de San Alberto de los Padres Filipenses.


La muestra continuaba con la pintura "Triunfo de Santa Teresa", de José Sánchez (siglo XIX), de las Carmelitas Descalzas de Sanlúcar la Mayor.


Junta a esta pintura, se exponía una talla de la Transverberación, obra de Cayetano de Acosta (1780), perteneciente al Palacio Arzobispal de Sevilla.


Y de nuevo aparece el nombre de Cristóbal Ramos, con una impresionante talla de la Transverberación de Santa Teresa, del Convento de las Teresas, hacia 1780. Llama la atención el curioso sistema de sujeción del ángel, que se mantiene sobre la flecha que se clava en el corazón de la santa.



La misma escena es la representada en una pequeña talla de la Parroquia de Santa Cruz, obra anónima del siglo XVIII.


Y a su lado, otra pintura con la misma escena, la más representada sobre la vida de Santa Teresa de Jesús. En este caso, es obra de José Gutiérrez de la Vega, de 1823, propiedad de la Hermandad de la Quinta Angustia.


Y aunque también representa la Transverberación, la siguiente talla, del siglo XVII y autor desconocido, tiene la particularidad de no mostrar al ángel junto a la santa. Pertenece al Convento de las Teresas.


A su lado, una pintura de gran valor, perteneciente a una colección particular de Sevilla. Es la "Transverberación de Santa Teresa", obra de Cornelio Schut, del siglo XVII.


A continuación, se exponía una talla de Santa Teresa atribuida a Francisco Salzillo, del antiguo Convento de Dominicas de Arahal, propiedad hoy de la Archidiócesis de Sevilla.


Y terminaba la exposición con una vitrina donde se podían ver un relicario de Santa Teresa (anónimo, siglo XVIII), del Convento del Santo Ángel; otro relicario (Juan Borrero, 2010), de la Hermandad de la Estrella; otro más (anónimo, siglo XVII), de la Parroquia de Santa María de Carmona; otro (anónimo, siglo XVII), del Santo Ángel; y otros dos del mismo convento, de autores desconocidos, del siglo XVII; y una última curiosidad era un busto de Santa Teresa que es a la vez un relicario (anónimo, siglo XVII), del Monasterio de Santa Rosalía, de las Madres Capuchinas.





Santa Teresa, que llegó a decir de Sevilla "esta tierra no es para mí", es hoy, sin embargo, tierra de Santa Teresa, donde la santa de Ávila es recordada y venerada como uno de los personajes históricos y religiosos más importantes que pasaron por la ciudad; la misma que se ha sumado con decisión al Año Jubilar del quinto centenario de su nacimiento.