El pasado sábado, en el día de su festividad, María Auxiliadora, del colegio de las Salesianas de la calle San Vicente, recorrió la feligresía de San Lorenzo tras salir de dicha parroquia, donde días atrás se celebraron los tradicionales cultos en su honor.
A las siete de la tarde se puso en camino un cortejo compuesto fundamentalmente por los alumnos de los diferentes cursos del colegio, así como por antiguos alumnos, que cada año se siguen sumando a la celebración de los días grandes en honor a la principal devoción salesiana.
Desde la plaza de San Lorenzo, María Auxiliadora tomó la calle Cardenal Spínola, para seguir luego por Baños y Martínez Montañés, desde la que giró a Pascual de Gayangos, siguiendo así, a la inversa, el itinerario que una semana antes había recorrido la Pastora de San Antonio (ver).
La Banda de Música Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor acompañó un año más a María Auxiliadora, para la que interpretó "Rosario de Monte-Sión" en ese giro a Pascual de Gayangos. Llamaban la atención las enormes rosas de color rosa que adornaban el paso de María Auxiliadora, al frente del cual ejercía de capataz Luis Miguel Sánchez Fajardo. Poco después, el paso cruzó la calle Teodosio para seguir a los sones de "Coronación de la Macarena" por el siguiente tramo de la misma Pascual de Gayangos.
El itinerario continuó por Miguel Cid, calle en la que se internó el paso a los sones de "Triana, tu Esperanza". Finalizada la partitura, se produjo un relevo de costaleros tras el que hubo dos chicotás a tambor antes de que volviera a sonar una composición musical, que en este caso fue "La gitana".
Las paradas empezaban a ser bastante largas, mientras que el andar se hizo muy pausado. Y es que o bien se diseñó un itinerario demasiado corto, o bien la cofradía iba con adelanto, o bien ambas cosas. Para la siguiente chicotá, la Banda de la Virgen de las Angustias interpretó la marcha "Nuestra Señora de Guadalupe". Y después, una parada más, en este caso para hacer otro relevo bajo las trabajaderas.
Seguidamente, con mucha calma, el paso salió a la calle Marqués de la Mina con la marcha "Esperanza de vida", y luego alcanzó la plaza San Antonio de Padua con "Aniversario Macareno".
En la plaza de San Antonio hubo una levantá por la que el capataz definió como "la salesiana más antigua que tiene el colegio de San Vicente". Antonia, de 96 años, estaba en una silla de ruedas que su nieto, costalero de María Auxiliadora, acercó a la delantera del paso para asistir a esta levantá.
Hubo una muy breve chicotá a tambor tras la que el paso se dispuso a girar a la derecha a la calle San Vicente. Sin embargo, el capataz lo que mandó fue la izquierda 'alante' y la derecha atrás, ya que en esta esquina el paso dio un giro, muy lento, de 270 grados mientras la banda tocaba dos veces "Como tú ninguna".
Después, ya anocheciendo, hubo otro relevo de costaleros, tras el que el paso continuó su camino, ahora con la marcha "Esperanza Macarena". Con ella, María Auxiliadora llegó a la puerta de la Iglesia de San Antonio de Padua, donde fue recibida por las hermandades del Buen Fin y la Divina Pastora con sus estandartes corporativos.
Poco le quedaba ya a esta salida procesional de María Auxiliadora, que desde la iglesia del antiguo convento siguió por San Vicente y tomó después Narciso Bonaplata para regresar a su colegio, en cuyo patio se despidieron de ella los alumnos y ex alumnos de las Salesianas.