domingo, 30 de junio de 2019
EL CARTEL DE FERNANDO VAQUERO DE LOS 200 AÑOS DE LA ESPERANZA TRINITARIA
El pintor Fernando Vaquero es el autor del cartel encargado por la Hermandad de la Trinidad para conmemorar el bicentenario de Nuestra Señora de la Esperanza; una muy llamativa obra en la que el también autor del cartel de la Semana Santa de Sevilla 2019 ha recreado el taller del imaginero Juan de Astorga.
En el centro de la composición pictórica aparece la Virgen de la Esperanza, vestida de forma sencilla como quizá el propio imaginero la habría preparado para que los miembros de la hermandad se la encontraran así en el momento de acudir al taller para recogerla.
Al fondo, Fernando Vaquero ha imaginado el rostro de Juan de Astorga, que se dedica a trabajar en su siguiente dolorosa, pero sin poder apartar la mirada de la Esperanza, con una cierta nostalgia ante la inminencia de la salida de la imagen de su casa para comenzar a recibir culto público.
En el taller coinciden con la Esperanza Trinitaria otras obras, como un crucificado, un busto y una talla de pequeño tamaño, así como sencillos muebles distribuidos sobre un suelo de tablas de madera.
Finalmente, en la parte superior el artista ha pintado un pergamino donde se reproduce la firma real de Juan de Astorga, sacada de los documentos de la época que conserva la hermandad, y los años de la conmemoración: 1819-2019.
viernes, 28 de junio de 2019
CORPUS 2019: REGRESO DE LA HINIESTA GLORIOSA A LA PARROQUIA DE SAN JULIÁN
Los diferentes altares de la procesión del Corpus de la Catedral ya se habían desmontado. Sólo quedaba uno, el de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, que a las ocho de la tarde comenzó a bajar desde lo más alto de su altar, con el que el viento había hecho de las suyas en la gotera del inmenso dosel que cada año sirve de fondo a su paso.
Si durante la subida del paso la noche antes sonó en tres ocasiones "Hiniesta Coronada", la misma marcha y con las mismas repeticiones acompañaron, en los instrumentos de la Banda Municipal de Mairena del Alcor, la maniobra de su bajada por la misma rampa hasta pisar el pavimento de la Plaza de San Francisco.
Así, sin interpretación del Himno de España, dado que el regreso a San Julián es en realidad la continuación de una única salida procesional en dos tiempos, comenzó el camino de la Hiniesta de vuelta a casa. Delante, abriendo paso al cortejo, iba la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno, de Sevilla. Después veíamos la cruz de guía, hermanos con cirios, el guión de la Coronación, otro tramo de cirios y los estandartes corporativos del Rosario de San Julián y de la propia Hermandad de la Hiniesta.
Los Ariza se encargaron nuevamente de conducir el paso de la Hiniesta Gloriosa, que conservaba el exorno floral del día anterior. Una vez abajo, y a los sones de "Corpus Christi", la Hiniesta se dispuso a cruzar la portada dedicada a la Hermandad de la Sed antes de abandonar hasta el año que viene la plaza.
Por Francisco Bruna y Entrecárceles, la Hiniesta se encaminó hacia Álvarez Quintero mientras la Banda de Mairena tocaba "Nuestra Señora de Guadalupe", a la que seguiría después "La Virgen de Sevilla" a su paso por la Plaza del Salvador y hasta el inicio de la calle Villegas.
Más adelante, casi en la confluencia con Francos, el capataz Rafael Ariza se acordó de Rafael González Serna, fallecido recientemente, al tocar el llamador: "Por un amigo que se ha ido muy pronto y que los Domingos de Ramos nos esperaba aquí".
Seguidamente, la Hiniesta subió la Cuesta del Rosario mientras sonaba "Encarnación Coronada", y después fue el turno de "La Estrella Sublime" al girar en la Plaza de la Pescadería.
Poco después, la Hiniesta pasó por Ángel María Camacho y alcanzó la Plaza de la Alfalfa con "Mi Amargura". Tras una parada en el mismo centro de la plaza, giró a la calle San Juan mientras sonaba "Coronación de la Macarena". Más adelante, tras una chicotá a tambor, el paso afrontó la estrechez de la esquina de San Juan con Boteros con la marcha "Madre Hiniesta", con la que llegó hasta Sales y Ferré, encadenándose después con "Azul y plata".
Como había hecho unas horas antes el Señor de la Cena, la Hiniesta Gloriosa salió a la Plaza del Cristo de Burgos, por donde sonó "Siempre la Esperanza", y continuó por Doña María Coronel, calle en la que pudieron escucharse las marchas "Virgen de las Aguas" e "Hiniesta de San Julián".
Por esta calle, la Hiniesta avanzó con rapidez mientras un autobús de pequeño tamaño de Tussam esperaba en la calle Gerona para cruzar y poder continuar su ruta.
Desde Doña María Coronel, el paso tomó Bustos Tavera, donde la Banda de Mairena del Alcor tocó "Madrugá Macarena", y posteriormente salió a la Plaza de San Marcos, cuyo párroco recibió a la Hiniesta ante la puerta ojival de su templo. A él se unió el párroco de San Julián, que iba en la presidencia del cortejo, y junto a varios hermanos rezaron la Salve. Después, el capataz dedicó la siguiente levantá a la Parroquia de San Marcos.
A continuación, como ocurrió en el camino de ida del día anterior, la Hiniesta tuvo que modificar su recorrido por las obras que se están desarrollando en algunas calles del entorno de San Julián. Por este motivo, no pudo pasar por Hiniesta, Lira y Duque Cornejo, y en su lugar tuvo que tomar la calle San Luis, a la que llegó con "Pasan los campanilleros". Posteriormente, sonarían "Esperanza Macarena" y, tras un relevo de costaleros, "A ti, Manué".
Al modificar el itinerario y pasar por San Luis, la Hermandad de la Resurrección salió a recibir a la Hiniesta Gloriosa delante de la Iglesia de Santa Marina. De hecho, el paso se volvió y se acercó hasta la misma puerta del templo mientras la banda tocaba "Aurora de Santa Marina".
Los cofrades de la Resurrección entregaron una ofrenda floral a la Virgen de la Hiniesta y rezaron la Salve. Minutos después, el paso se dispuso a continuar con una doble interpretación de "La Estrella Sublime", tras la que se detuvo antes de seguir con "Como tú, ninguna".
El novedoso itinerario de la Hiniesta Gloriosa siguió por las calles Duque de Montemar, Sorda y Macasta, saliendo después a la Plaza de San Julián para entrar de nuevo en su templo, cerrando pasadas las doce y media de la noche la siempre intensa jornada del Corpus Christi en Sevilla.
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