Con los pésimos tiempos que corren, ilusiona pensar en noticias que nos hablan de un futuro, aún incierto, en el que las cofradías vuelvan a llenar de salidas procesionales el calendario. Son noticias como la de la Hermandad del Carmen de San Leandro, que ha presentado el proyecto del que será el nuevo paso en el que cada mes de julio recorrerá las calles de su barrio la Virgen del Carmen.
Mario Ramos Rodríguez es quien ha diseñado el futuro paso, mientras que la ejecución de talla en madera de cedro, posteriormente dorada, la llevará a cabo Rubén Luna Perea. Una gran peana de tipo carrete, un baquetón, unos respiraderos y unos respiraderos componen el conjunto de este paso que engrandecerá el patrimonio procesional de la corporación letífica de San Leandro. La explicación del proyecto de su diseñador ofrecida por la hermandad es la siguiente:
RESPIRADEROS
Están diseñados para tener unas líneas muy clásicas, pero a la vez muy personales para la Virgen del Carmen de San Leandro. Un gran baquetón delimita en la parte superior el conjunto, compuesto por hojarasca y unas líneas muy sencillas. En el centro del respiradero aparece el escudo corporativo de la cofradía. Éste se encuentra arropado por dos molduras curvas que recuerdan a "hélices" que tienen la función de darle soporte al conjunto visualmente hablando. De estas molduras nace la hojarasca, que mezcla las hojas barrocas con volutas y la hojarasca en rocalla. En las esquinas, unos grandes soles nos recuerdan a la Virgen María, "mujer revestida de Sol", tal y como la describe San Juan en el Apocalipsis. En las esquinas superiores de los respiraderos se sitúan los candelabros que alumbrarán a la Santísima Virgen. Éstos nacen de unos brazos en rocalla y constan de siete puntos de luz, recordando la forma de los puntos de luz a un rombo que dirige nuestra mirada hacia la Virgen.
PEANA DE CARRETE
El diseño de la peana se puede descomponer en tres partes diferenciadas:
Cuerpo.
Ésta es la parte central de la peana, que está pensada en forma de tronco de pirámide con sus caras curvas, pero con chaflanes en las esquinas (ochavada), donde la parte superior está adaptada a las medidas de la imagen de la Virgen y la parte inferior se reduce para formar el cuello característico de las peanas de carrete. El cuerpo de la peana está diseñado para que en su parte central incluya cartelas en alusión a la advocación de la Santísima Virgen, siendo la que se muestra en el diseño una cartela donde el Arcángel San Miguel rescata a las Ánimas Benditas del Purgatorio. La escena está enmarcada por un óvalo plano del que salen otros dos óvalos de sus extremos desde donde nace la hojarasca rocalla que rellena toda esa parte. Sobre la cartela, una concha de gran volumen forma parte del centro de una cenefa superior compuesta por rocallas y espejos circulares. En las ochavas del cuerpo de la peana cuelgan guirnaldas de rosas en alusión a la letanía lauretana "Rosa Mística". El contraste entre las zonas con rocalla y las partes planas sirve para aumentar el efecto óptico del volumen de esta zona.
Basamento.
Ésta es la zona inferior de la peana y parte desde el cuello característico de las peanas de carrete. Esta zona del cuello contiene una cabeza de querubín con sus alas desplegadas que se sitúa sobre el elemento central que compone esta parte. Un gran Sol con un Ave María destaca como un gran símbolo de alabanza a María Santísima y que significa que María es la "Esperanza del Mundo", ya que, gracias a su intercesión, todas las almas podrán ser liberadas de sus pecados. Desde esta parte central, aparecen cuatro brazos que sirven de sustento de la peana, llenos de rocallas y espejos. En su parte exterior están formados por llamaradas en alusión a las Ánimas Benditas del Purgatorio que finalizan en unas volutas de acantos sobre las que se situarán ángeles niños portando un elemento característico de la Virgen del Carmen, su Bendito Escapulario, en un claro gesto de acercamiento de éste a los fieles. Desde la parte central de los brazos aparecen guirnaldas de rosas que los unen, donde habrá elementos muy característicos del barrio de la Huerta del Carmen (cerezas, avellanas y manzanas, en honor a las calles aledañas de la parroquia y por donde discurre la procesión de la Santísima Virgen).
Candelabros.
Estos elementos se sitúan en la parte superior de las ochavas del cuerpo de la peana y tienen un cuerpo en estilo rocalla que aumenta la altura de éstas. Los candelabros están formados por tres brazos cada uno, donde el central tiene mayor altura, el más cercano a la Virgen tiene una altura intermedia y el exterior quedará más abajo de los anteriores. Las tulipas quedan rematadas por unas coronillas muy sencillas compuestas por un borde liso del que salen ocho conchas en rocalla de distintos tamaños.
Lo que la hermandad no ha indicado, aunque lo hará en los próximos días, es el tiempo estimado de realización de este nuevo paso para la Virgen del Carmen, aunque no es difícil imaginar que llevará varios años y que, a la ya dilatada duración de este tipo de proyectos en las hermandades de gloria, se sumarán los efectos de la actual situación económica. En cualquier caso, la peana está actualmente en la última fase de talla y ya habría sido presentada de no encontrarnos en la situación sanitaria actual.
Es importante que las hermandades, por supuesto sin descuidar la labor asistencial e incluso potenciándola dadas las circunstancias, no dejen de pensar en nuevas obras que contribuyan entre otras cosas a mantener los puestos de trabajo que dependen directamente del arte sacro y que también son importantes, así como a la supervivencia de una artesanía tradicional con siglos de historia.