sábado, 6 de julio de 2019
LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS Y SAN JUAN, EN EL SAGRARIO DE SANTA CATALINA
La Hermandad de la Exaltación está llevando a cabo una leve actuación de conservación de su crucificado titular, labor de la que se está encargando el restaurador Pedro Manzano en la propia capilla que la corporación tiene en la Iglesia de Santa Catalina. En concreto, Manzano, quien ya restauró al Cristo de la Exaltación en 2008, está reparando pequeños levantamientos de la policromía.
Por este motivo, durante las pocas semanas de duración prevista de este trabajo, la capilla de la hermandad está cerrada al culto y cubierta con un cortinaje de damasco morado. En la cancela de este espacio del templo se informa de la actuación que se está desarrollando, así como de la ubicación temporal de las imágenes de Nuestra Señora de las Lágrimas y San Juan Evangelista.
Es en la impresionante capilla sacramental de esta iglesia, felizmente reabierta al culto el pasado mes de noviembre tras más de catorce años de cierre (ver), donde se encuentran la dolorosa y el discípulo, situados sobre el banco del retablo principal de la capilla, a los pies de la talla de la Inmaculada Concepción y dejando el sagrario entre ambos.
Se da además la circunstancia de que la Virgen de las Lágrimas está estrenando estos días la restauración de un encaje de mantilla de color beige que llevaba muchos años sin utilizarse debido al mal estado en que se encontraba.
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