Madre de Dios del Dulce Nombre, del Colegio La Salle-Felipe Benito, estuvo ayer, día de su festividad, expuesta en besamanos en la capilla del centro educativo, donde igualmente tuvo lugar a las ocho de la tarde la función principal en su honor.
Para estos cultos, la Virgen fue situada en el presbiterio alto, elevada sobre su habitual peana de madera dorada y vestida con un conjunto de color blanco formado por manto de brocado, saya con algunos bordados, pecherín y mantilla a modo de toca de sobremanto.
Lucía además la corona dorada, ráfaga plateada y una media luna a sus pies. En la mano derecha sostenía un cetro y un rosario, mientras que en las orejas contaba con unos grandes pendientes. Asimismo, tenía un collar y en el pecherín llevaba un camafeo y una cruz pectoral. El Niño Jesús, por su parte, vestía también de blanco y tenía puestas sus pequeñas potencias doradas.
Ante la Virgen del Dulce Nombre había un gran centro de flores blancas, que también se veían detrás, sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo rojo. Flanqueaban a la imagen dos grandes candelabros de plata con siete altas velas blancas cada uno.
Al fondo había un dosel con crestería de madera dorada y un fondo y una gotera de terciopelo rojo. En ésta se podía ver el escudo de La Salle con el lema "Indivisa manent", que precisamente estaba también justo arriba en una de las vidrieras del altar mayor de la capilla. Por último, veíamos dos blandones dorados con cera blanca, una cruz con manguilla entre ciriales en el lado derecho, y la bandera del Colegio La Salle-La Purísima en el izquierdo, también entre ciriales.
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