La Hermandad de la Misión presentó ayer un novedoso montaje del besamanos a la Virgen del Amparo en el que aparecía en el presbiterio acompañada por María Magdalena, María Cleofás y María Salomé, todas ellas, como la dolorosa, vestidas de negro. Sólo faltaba el Cristo de la Misión y San Juan Evangelista para componer el misterio que sale a las calles cada Viernes de Dolores representando el encuentro de Jesús con su Madre camino del Calvario.
El calor del barrio de Heliópolis con su hermandad se hizo notar fundamentalmente tras la misa matinal, cuando la fila que se formó para besar las manos de la dolorosa ocupó durante varios minutos la práctica totalidad de la longitud del templo de San Antonio María Claret. Asimismo, fueron muchos los hermanos que quisieron fotografiarse con sus familiares ante tan peculiar montaje ideado por los priostes para este besamanos.
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