LAS FIESTAS, EN PLURAL, DE LA PRIMAVERA

Sea por el relevo ideológico del equipo de Gobierno municipal, o sea por una mera casualidad, Sevilla ha recuperado el cartel de las fiestas (así, en plural) de la primavera. Ayer fue presentado en el Ayuntamiento el que ha realizado el pintor Antonio Parrilla para anunciar la Semana Santa y la Feria (ambas cosas, insistimos) de 2012. Hay que subrayarlo porque después de los últimos años, en que los carteles editados ignoraban por completo a la Semana Santa, este año de nuevo la obra combina las dos citas imprescindibles de la primavera sevillana.
En la parte del cartel que más nos interesa a los cofrades, lo más destacado es la presencia, visto desde atrás, del paso de palio de la Virgen de la Hiniesta (escogida por ser esta advocación, en su versión de gloria, la patrona del Consistorio), que parece dirigir su camino hacia la Catedral, con la Giralda bien visible a su lado.
En cualquier caso, es la mujer vestida de flamenca, con la mantilla y el abanico blancos, quien centra el cartel, situada justo delante del paso de palio. Este hecho, además de verse como decimos la trasera del palio, es lo que le da al cartel una faceta tremendamente evocadora, dado que el paso se aleja y quedan la flamenca y los farolillos, de la misma manera que debe terminar la Semana Santa para que pueda arrancar la Feria.
Se trata, en definitiva, de un cartel que recuerda a los clásicos aparecidos desde los años 20 y 30 del pasado siglo. Precisamente por este motivo, por reproducir los elementos más inherentes a la temática que se quiere representar, hay quien ha criticado su escaso atrevimiento, llegando en algún caso a catalogarlo como 'rancio', esa palabra que tan bien suena en boca de Paco Robles.
Habrá, como en todo, sus opiniones. Pero lo cierto es que, sea cual sea el criterio particular de cada uno, es un cartel que cumple perfectamente su función. Y esto es más de lo que se puede decir de los carteles municipales que más recientemente guardamos en nuestra memoria.