Después de la procesión fluvial de ayer, viernes, Nuestra Señora del Carmen de Calatrava ofrece hoy, día de su festividad, y mañana sus manos a los devotos en su capilla. Está vestida con el mismo manto de tisú antiguo pintado y estampado en oro que lució en la procesión por el Guadalquivir, además de llevar la corona y la ráfaga procesionales, el cetro, los escapularios, un rosario, varias medallas y unos pendientes.
La Virgen del Carmen se encuentra elevada sobre su peana de madera tallada, dorada y policromada, colocada a su vez sobre otra peana blanca con elementos dorados. Además, se sitúa ante un sencillo dosel de damasco rojo con galones dorados y una decoración superior de madera tallada y dorada.
Flanquean a la imagen, atribuida a Cristóbal Ramos, un total de doce candeleros plateados con cera blanca y seis jarras con flores de tonalidad blanca sobre cuatro pequeños pies y otros dos más altos, todos ellos de color blanco y aristas doradas.
Al fondo, una tela adamascada de color blanco y dos rojas abiertas a modo de cortina ocultan el camarín donde recibe culto habitualmente la Virgen del Carmen en su pequeña capilla de la calle Calatrava.
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