La Virgen de los Reyes fue trasladada este domingo desde la Capilla Real de la Catedral a la Parroquia del Sagrario, donde será expuesta en besamanos los próximos días 4, 5, 20 y 21 de agosto. El motivo por el que ambos besamanos tendrán lugar este año en el Sagrario es la realización de obras de restauración de la urna que cobija los restos de San Fernando, labrada en plata por Juan Laureano de Pina entre finales del siglo XVII y principios del XVIII.
La Patrona de la Archidiócesis, vestida con un manto verde de brocado, saya blanca y toca de sobremanto, está situada sobre la mesa del altar, entre jarras y blandones de plata con cera blanca. Delante se ha colocado una mesa de altar provisional para la celebración de las misas de cada día.
Durante los días 4 y 5 de agosto la Virgen de los Reyes se expondrá en besamanos; posteriormente será trasladada al Altar del Jubileo en la Catedral para que presida la novena en su honor entre el 6 y el 14; el día 15 será la procesión y la función solemne de la Asunción de la Virgen; y después volverá al Sagrario para su segundo besamanos. Finalmente, el día 22 estará de nuevo en la Capilla Real y la urna de San Fernando, recién restaurada, se abrirá para que los sevillanos puedan contemplar y venerar el cuerpo incorrupto del rey santo.
En cuanto a la urna, está siendo restaurada por el taller de Orfebrería Marmolejo, que está actuando en la eliminación de la suciedad acumulada y en la reparación de elementos ornamentales deteriorados y de los anclajes de las diversas piezas, entre otras necesidades que presenta esta importante obra que se sitúa a los pies del altar de culto habitual de la Virgen de los Reyes.
De esta forma, durante estos días la Patrona compartirá templo con el Cristo de la Corona y el Niño Jesús del Sagrario, así como con las imágenes de Nuestro Padre Jesús Despojado y María Santísima de los Dolores y Misericordia, que también se encuentran de manera excepcional en la parroquia (ver).
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