La imagen de Santa Marta de la hermandad del mismo nombre cumple en este 2025 el LXXV aniversario de su bendición. Por este motivo, el tradicional besamanos en su honor que tiene lugar cada 29 de julio por su festividad, se ha prolongado este año al comenzar en la tarde de ayer, lunes.
Santa Marta recibe a los devotos desde el altar mayor de la Parroquia de San Andrés, donde se encuentra elevada en una sencilla peana de madera dorada flanqueada por dos de los ángeles mancebos de Luis Ortega Bru que decoran el paso de la hermandad.
En esta ocasión, la imagen de la santa se encuentra vestida con una saya azul y un manto verde, todo ello de terciopelo liso. También lleva un fajín hebraico, mientras que el tocado es de tisú y lo tiene colocado en forma de tablas. Alrededor de la cabeza cuenta con la aureola procesional, y en la mano izquierda sujeta el acetre y el hisopo de plata sobredorada obra de Jesús Domínguez.
En el amplísimo espacio del presbiterio que hay ante Santa Marta vemos seis pies de base cuadrada de madera dorada y policromada con sendas jarras con nardos; flores que también están en un centro en el frontal de todo el montaje. Además, en los laterales vemos el estandarte corporativo y la bandera de la santa hospedera entre blandones dorados con cirios blancos. Y al fondo, ante el retablo mayor, se sitúan otras dos parejas de blandones cobijando unos candelabros de plata con finas velas blancas.
El besamanos ha sido interrumpido para la misa de las once de la mañana, y finalizará con la misa solemne en honor a Santa Marta que tendrá lugar a partir de las nueve de esta noche.
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