Este viernes ha comenzado en la Parroquia de San Lorenzo el besamanos a María Santísima del Dulce Nombre; un culto que se extenderá hasta el domingo y en el que podemos ver a la dolorosa de Antonio Castillo Lastrucci con su nuevo manto de camarín y traslados.
Se trata de un manto de José Antonio Grande de León inspirado en los clásicos bordados que Juan Manuel Rodríguez Ojeda realizó para el paso de palio de la hermandad. Está bordado en oro fino sobre terciopelo granate mediante el empleo de hilos brillantes y mates, así como cartulina y lentejuelas.
Combina en el besamanos este nuevo manto con la saya blanca de tisú estrenada en 2019 y realizada igualmente por Grande de León. Asimismo, luce su corona de salida, mientras que en el pecherín hay una cruz pectoral, dos pequeños broches y un alfiler con la advocación de la Virgen en letras doradas. En cuanto a las manos, ofrece a los devotos la derecha, mientras que en la izquierda tiene un pequeño rosario.
La Virgen del Dulce Nombre se eleva sobre una peana de madera dorada habitual de sus besamanos y está flanqueada por dos blandones dorados con cera blanca y dos jarras de su paso de palio con nardos y lisiantus de color blanco, flores que vemos también detrás en otras cuatro jarras y en sendos centros ante el Cristo del Mayor Dolor y Jesús ante Anás.
El camarín de la dolorosa está oculto tras un pabellón con unos cortinajes de damasco de color rojo y blanco, ante los que se encuentra el simpecado de la hermandad sobre una peana de plata y entre columnas de madera dorada con pequeños ángeles que sujetan los cordones del propio simpecado. Y delante vemos diversos candeleros con cera blanca y algunas bandejas de plata.
Finalmente, la imagen de San Juan Evangelista se encuentra en la propia capilla, pero más adelantado en el lado derecho entre blandones dorados como los mencionados antes. Y el crucificado y el Señor ante Anás tienen ante sí sendas parejas de candeleros.
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