La Hermandad de la Misión celebró este domingo el besamanos a Nuestra Señora del Amparo, que estrenó para la ocasión una corona que ha sido donada por un grupo de hermanos y feligreses de la Parroquia de San Antonio María Claret. Se trata de una pieza dorada con seis imperiales, el escudo de la hermandad en el centro de la ráfaga, una sucesión de rayos lisos y flamígeros sin estrellas y una cruz que remata todo el conjunto.
Además, la dolorosa que acompaña al Santísimo Cristo de la Misión en su paso cada Viernes de Dolores vestía un manto morado bordado en oro perteneciente a la Virgen de la Soledad de los Servitas, combinado con una saya roja.
Elevada sobre una peana de madera dorada en el presbiterio alto del templo del barrio de Heliópolis, la Virgen del Amparo ofrecía a los devotos su mano derecha, mientras que con la izquierda sujetaba un pañuelo. Y en el pecherín tenía un broche de gran tamaño con un corazón rodeado de rosas traspasado por un puñal y con tres azucenas en la parte superior.
Junto a la dolorosa, veíamos dieciocho candeleros con cera blanca, nueve a cada lado, así como cuatro centros de nardos colocados sobre sendos pies de base cuadrada con decoración pictórica y dorada. Y al fondo, con la cruz de guía de la hermandad bajo el baldaquino donde recibe culto el Corazón de María, se dispusieron numerosos candeleros que iluminaban el que ha sido el altar del triduo que días atrás se ha celebrado en honor a la Virgen del Amparo.
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