Dentro de los cultos que cada mes de enero dedica a Nuestro Padre Jesús de las Penas la Hermandad de San Roque, este domingo tuvo lugar el besapié y posterior vía crucis por las naves del templo. Para el besapié, el Nazareno que tallara Antonio Illanes estaba en el presbiterio alto, sobre las andas del vía crucis, vestido con túnica de terciopelo morado liso y sin potencias.
El Señor de las Penas, que lucía un alfiler con su advocación prendido del cíngulo a la altura del pecho, estaba entre los cuatro faroles dorados de las andas, que se encontraban adornadas por diversas especies florales, como claveles rojos y lirios morados, las mismas que se veían en dos jarras del paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza colocadas junto a las andas sobre pies de madera en su color, mientras que otras dos estaban detrás, flanqueando a la pequeña imagen de San Roque que estaba situada delante del dosel de cultos de la hermandad. Ante dicho dosel se ubicaron también varios candeleros con cera roja.
El altar del besapié se completaba con la presencia de seis blandones de madera dorada y policromada con altos cirios también rojos, el estandarte corporativo en el lado izquierdo del conjunto y el estandarte sacramental en el derecho. Además, un gran cortinaje de damasco rojo cubría el retablo mayor de la Parroquia de San Roque.
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