Con esta actuación se da por completada la renovación de este paso, en la que ha tenido mucho que ver el bordador Jesús Rosado, responsable de la restauración de las caídas y techo de Rodríguez Ojeda, que después de dos años seguidos de lluvia se pudieron estrenar en las calles en 2009, y del manto de Miguel del Olmo, que lució perfectamente recuperado en 2010.
Rosado ahora ha restaurado el bordado del antiguo escudo de la Hermandad de la Exaltación que figura en el faldón frontal y los medallones de los laterales, y ha añadido diversas orlas y cenefas en los cuatro paños.
Aprovechando la exposición del estreno de este año, la Hermandad de la Exaltación llevó también al Círculo Mercantil los respiraderos, realizados por Eduardo Seco Imberg en los años 30, junto con la peana de Viuda de Villarreal (1983), algunas jarras y piezas de la nueva candelería, y la miniatura de Santa Catalina que figura en el entrecalle (1961), todo ello del mismo taller.
En cuanto a las fotos del palio, hay que mencionar una tomada en los primeros años del siglo XX, con las piezas bordadas por Rodríguez Ojeda recién estrenadas. Asimismo, en otra fotografía se podía ver a la dolorosa que durante veinte años, de 1913 a 1933, sustituyó a la actual Virgen de las Lágrimas. Aquella dolorosa se ofreció posteriormente a San Bernardo tras la pérdida de la antigua Virgen del Refugio. De hecho, para este fin Sebastián Santos la retocó, aunque no fue del gusto de la hermandad del antiguo arrabal y finalmente el imaginero tuvo que hacer una nueva, que es la que vemos por las calles cada Miércoles Santo.
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