Es una de las citas imprescindibles de la Cuaresma cada primer viernes de marzo y el resto del fin de semana: el besapié de Nuestro Padre Jesús Nazareno en San Antonio Abad. Este año, a diferencia del anterior, se ha presentado ante los fieles abrazado a su cruz de carey y plata, y con la habitual túnica de salida, bordada en oro sobre terciopelo morado en el taller de Hijo de Miguel del Olmo (1919). Al igual que en el paso flanqueaban al Señor los ángeles ceriferarios y también formaban parte del montaje los cuatro faroles de plata, mientras que el exorno floral estaba compuesto íntegramente por lirios morados.
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