domingo, 8 de mayo de 2016
LA VIRGEN DE ARACELI PROTAGONIZÓ UNA FUGAZ SALIDA PROCESIONAL
La Hermandad de Araceli vivió este sábado una fugaz salida procesional marcada por una lluvia que ya caía, débil pero continuamente, desde antes de la apertura de las puertas de la Parroquia de San Andrés. Se podría comentar, como anécdota, que este templo ha vivido con sus hermandades dos hechos curiosos: si el Lunes Santo la Hermandad de Santa Marta decidió no salir cuando no llovía, ayer la Hermandad de Araceli decidió salir cuando llovía.
Lo cierto es que, paraguas en mano, muchos de los cofrades que estaban en la Plaza de San Andrés observaban con incredulidad cómo la cruz alzada y ciriales que abrían el cortejo bajaban la rampa de la puerta de salida con la intención de salir a la calle. Incluso un hermano pareció verse en la obligación de justificar la decisión cuando se acercó a algunos fotógrafos y afirmó: "El Cecop ha dicho que 'pa'lante'".
Así, con los parabienes del Cecop y unas previsiones meteorológicas que, a juzgar por las palabras de este hermano, no parecían corresponderse con el agua que, aunque débilmente, caía del cielo, la cofradía se puso en camino en la que era su tercera salida procesional, tras su incorporación en 2014 al calendario de las Glorias.
Con la Agrupación Musical Veterana de Sevilla delante del cortejo por vez primera, tras la cruz alzada y ciriales figuraban el simpecado y las representaciones de las hermandades de la Soledad de Hinojos, cofradía que cede varios enseres a la de Araceli para su salida, Guadalupe de la Misericordia, la Virgen del Pilar y el Carmen de San Leandro. Después iban el libro de reglas y el propio estandarte corporativo de la Hermandad de Araceli.
Tras pasar junto a la capilla de la Hermandad de Santa Marta, el paso de la Virgen de Araceli se encaminó hacia la salida. Estrenaba este año el manto de tisú de plata, confeccionado en Osuna con tejido procedente de Venecia, la toca de sobremanto, bordada por Antonio Roldán, y la túnica y saya del Niño, de Mariano Martín Santonja, además de algunas joyas.
La Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, esperaba en la calle el momento de la salida, que obligó a bajar un poco el paso para que la corona de la Virgen salvara el dintel, maniobra mandada por el capataz, Rufino Madrigal.
Por fin, el paso pisó la calle y la banda interpretó el Himno Nacional, seguido por la marcha "Reina de Triana". Con ella, la Virgen de Araceli giró con celeridad y recibió una gran petalada desde el edificio situado frente a la parroquia, que estaba adornado con diversas colgaduras y banderas.
Los hermanos pedían a la gente sitio para que el paso pudiera avanzar, e incluso uno de los guardias civiles de escolta apelaba a la colaboración de todos porque, como dijo, "está lloviendo". Pero el paso seguía su camino y giró para tomar Daoiz, sin parar hasta que no pasó la mayor estrechez de esta calle, ésa que tantos quebraderos de cabeza le ha dado a alguna que otra hermandad de penitencia a la hora de diseñar nuevos itinerarios.
Unas religiosas del cercano Convento del Pozo Santo se acercaron a la calle Daoiz para ver a la Virgen de Araceli. En agradecimiento, el capataz decidió dedicarles la levantá.
Ya en ese momento, la hermandad había decidido reducir su salida procesional a la mínima expresión, convirtiéndola prácticamente en una vuelta a la manzana por Javier Lasso de la Vega, Amor de Dios y García Tassara. Era la tercera opción de la cofradía. La primera, claro está, era el itinerario completo; y la segunda, en previsión de un empeoramiento del tiempo a partir de la noche, era recortar desde San Juan de la Palma para dejar de pasar por las capillas de la Divina Pastora y Monte-Sión. Pero no pudo ser.
Avanzando con rapidez y con pocas y muy breves paradas, el paso, adornado fundamentalmente con claveles blancos, siguió su camino con "Pasan los campanilleros", girando a la derecha en Javier Lasso de la Vega, en lugar de continuar, como estaba previsto, por Orfila, calle que también estaba engalanada para la ocasión.
Más adelante, la Banda de Música de Las Cigarreras interpretó "Coronación de la Macarena" desde Lasso de la Vega a Amor de Dios y "Esos tus ojos" en el giro a García Tassara.
En el tramo final de esta abreviada salida procesional, sonó tras la Virgen de Araceli la marcha "Madrugá macarena", con la que el paso se acercó a San Andrés y pisó los pétalos que poco antes habían caído desde los balcones.
Ya ante la puerta del templo, la banda interpretó "Encarnación Coronada" mientras el paso giraba para entrar mirando a los cofrades que allí estaban, seguida a continuación por "Virgen de las Aguas", marcha interrumpida en el momento de la entrada con el Himno Nacional.
Una vez en el interior de la parroquia, el paso de la Virgen de Araceli fue conducido a los pies de la nave de la Epístola, ante el altar de la hermandad. Finalmente, el hermano mayor, José Cornelio Zambrano, se dirigió a todos los presentes para agradecerles su acompañamiento "en una tarde tan difícil", aunque comentó que los partes que se manejaban en el momento de la salida no eran tan malos.
La corta salida procesional de la Virgen que tallara Antonio Castillo Lastrucci para esta hermandad, fundada hace más de setenta años por lucentinos residentes en Sevilla, concluyó con el canto de la "Salve Regina".
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