lunes, 26 de diciembre de 2016
NAVIDAD EN SAN ANTONIO
La iglesia del antiguo Convento de San Antonio de Padua muestra a todo el que entre en ella una decoración navideña de la que son partícipes las dos hermandades que residen en este templo: la del Buen Fin y la de la Divina Pastora.
Además de un belén montado en la nave de la Epístola, llama principalmente la atención el particular nacimiento que podemos ver en el lado derecho del presbiterio, donde la Inmaculada Concepción que se encuentra habitualmente en el antiguo altar de la Hermandad de la Bofetá, en el crucero del templo, está situada junto a la imagen de San Juan Evangelista del Buen Fin, que aquí hace las veces de San José. Entre ambos, en una humilde cuna y al lado de un ángel que, como la Virgen, sostiene la tela blanca sobre la que se apoya, vemos al Niño Jesús.
Detrás del conjunto, hay una tela de damasco rojo sostenida en los extremos por dos de las columnas que suelen utilizarse en el altar del besamanos y besapié de Nuestra Señora de la Palma y el Cristo del Buen Fin, respectivamente, con otro ángel en el lado izquierdo y una mesa dorada con un candelabro y dos bandejas plateadas delante.
Unos candeleros dorados con cera blanca enmarcan la escena, que se completa en la parte delantera con varias piezas de cerámica, trigo, limones, flores de pascua y algunos ramos con otras especies florales.
Por su parte, la Divina Pastora ha visto modificada su iconografía, de forma que se encuentra en actitud de acunar al Niño que porta en sus brazos. Viste igualmente de Pastora, aunque de una manera más sencilla de lo acostumbrado, llevando en la cabeza únicamente una mantilla, además del aro de estrellas.
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