La Hermandad de San Isidoro celebra durante este fin de semana el besamanos a Nuestra Señora de Loreto, cuya festividad fue el pasado día 10 de diciembre, lo que dio lugar a la celebración del triduo y misa solemne en su honor.
Para el besamanos que cierra sus cultos anuales, la Virgen de Loreto se encuentra en la capilla que la hermandad tiene en la Parroquia de San Isidoro, ante el retablo que preside Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y sobre una peana de plata.
Viste manto de camarín de terciopelo azul bordado en oro y la saya de salida que bordaron en oro sobre tisú del mismo metal las hermanas Granados en 1931. Luce la corona de plata sobredorada de la segunda mitad del siglo XVIII realizada por autor desconocido, y el puñal de oro con una esmeralda de Manuel Seco Velasco (1972).
En la cintura, la dolorosa tiene el cíngulo de salida bordado en oro sobre malla por las hermanas Granados, además de un camafeo con la Virgen de los Reyes y el emblema del Ejército del Aire, al ser la Virgen de Loreto la Patrona de la aviación. Por esta misma razón, en la mano izquierda tiene el pequeño avión Plus Ultra de oro, de 1926, siendo la derecha la que ofrece para que la besen los devotos.
A ambos lados de la Virgen vemos dos candelabros de plata que antiguamente figuraban en el paso de palio, escoltados cada uno de ellos por dos jarras doradas del actual palio con rosas blancas. Las dos jarras de los extremos están sobre sendas columnas de madera tallada y dorada, mientras que las más cercanas a la dolorosa se encuentran, como los candelabros, sobre pies de base cuadrada forrados de terciopelo rojo con galones dorados y el emblema de la hermandad en el centro.
El sencillo montaje de este besamanos se completa con la presencia de diez blandones dorados con cera blanca, cinco en cada lado, detrás de las jarras y los candelabros; en tanto que otros seis blandones están en el retablo del Señor de las Tres Caídas.
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