La Hermandad de los Javieres está celebrando este fin de semana el besamanos a la imagen de María Santísima de Gracia y Amparo, un culto para el que la dolorosa se encuentra en el presbiterio de la Parroquia de Omnium Sanctorum, donde justo hace una semana se exponía la Reina de Todos los Santos (ver), que ya ha vuelto a su altar presidiendo el templo desde el baldaquino.
La Virgen de Gracia y Amparo, elevada sobre la peana de plata estrenada hace tres años, viste el manto procesional, bordado por José Ramón Paleteiro en 2006 copiando el diseño del manto de la Virgen de la Concepción de Jerez, de finales de los años 70. También lleva la saya verde obra igualmente de Paleteiro.
Luce asimismo la corona de salida y un tocado de encaje del que penden una cruz pectoral bajo un alfiler dorado donde se lee "Virgen de Gracia y Amparo", un puñal y un broche. Por otra parte, ofrece la mano derecha a los devotos, mientras que con la izquierda sujeta un rosario y una rosa de pasión de orfebrería dorada.
Flanquean a la dolorosa cuatro jarras del paso de palio, dos a cada lado, colocadas sobre sendas columnas de pie cuadrado forradas en damasco rojo con diferentes flores de color blanco, fundamentalmente lisiantum y antirrhinum.
Detrás de la imagen aparece el frontal de los respiraderos del palio con un buen número de candeleros con cera blanca sobre éste y en los laterales, donde vemos igualmente otras dos jarras y los dos faroles del frontal del paso.
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