El pasado domingo la feligresía de San Isidoro vivió la salida de la Virgen de la Salud, que repitió el recorrido de otros años, rodeando tanto su propio templo como la antigua Colegial del Salvador. La salida del cortejo comenzaba a las siete y cuarto de la tarde, con la cruz alzada entre ciriales. Detrás iban niños con cirios blancos y luego el simpecado, así como varios hermanos, el libro de reglas, la representación de la Hermandad de San Isidoro, el estandarte corporativo de la propia Hermandad de la Salud y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Con Francisco Javier Pagés ejerciendo de capataz, no tardó en abandonar la parroquia el paso de la Salud saliendo a la estrechez de la calle Luchana mientras la Banda Sinfónica Municipal de la Música de Moguer, que volvió a acompañar a la Virgen en su salida, tocaba el Himno de España.
Posteriormente, sonó la marcha "Nuestra Señora de la Salud" con el paso iniciando su recorrido en dirección a la Cuesta del Rosario; aunque antes de llegar a la esquina se detuvo. Iba la imagen mariana vestida con el manto celeste conocido como el de las cintas. En cuanto al exorno floral, se componía de especies blancas como rosas, astromelias y claveles.
El capataz mandó que el paso se levantara, siempre a medio camino entre al cielo y a pulso 'aliviao', y la banda tocó entonces la marcha "La Virgen de la Salud" comenzando a bajar la cuesta, con el sol iluminando el paso con fuerza. En ese momento cayó una intensa petalada sobre el paso, que luego se detuvo casi en la plaza de la Pescadería.
Poco después, la Virgen de la Salud siguió su camino por la Cuesta del Rosario, ya sin que el sol le diera directamente. La Banda del Liceo de Moguer interpretó entonces "Coronación de la Macarena", seguida, tras una parada, por "Virgen de la Paz" al girar a la izquierda para tomar la calle Francos.
Siguió luego por la parte más estrecha de la calle, avanzando primero a tambor y enseguida con "La Esperanza de Triana", partitura que alcanzó hasta que la Virgen de la Salud estuvo en la calle Chapineros, donde se detuvo prácticamente en su mitad.
Se aprovechó entonces para hacer un relevo de costaleros bajo las trabajaderas y los que entraron se encargaron de portar a la Virgen en la revirá hacia la calle Álvarez Quintero a los sones de "María Santísima del Subterráneo" en presencia precisamente del hermano mayor de la Cena, Álvaro Enríquez, que también pertenece a la Hermandad de la Salud de San Isidoro.
Sonó después de nuevo "Nuestra Señora de la Salud" cuando el paso discurría ante el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, un habitual de las salidas procesionales de las diferentes cofradías.
El recorrido continuó por Entrecárceles, calle a la que la Virgen de la Salud giró mientras se escuchaba la marcha "Esperanza Macarena", en una chicotá a la que siguió otra a tambor hasta que el paso se detuvo ya en la plaza de San Francisco, donde de nuevo se produjo un relevo de costaleros.
La Salud estaba detenida junto a una de las portadas del Corpus que ya se levantan de cara a la procesión eucarística de la Catedral del próximo 30 de mayo. Y fue precisamente esta marcha, "Corpus Christi", la que la Banda del Liceo de Moguer tocó mientras el paso se adentraba en la calle Sierpes.
A partir de este punto, la Virgen de la Salud continuaría su camino hasta Cerrajería para luego, por Cuna, alcanzar la plaza del Salvador y buscar luego la Alfalfa. El recorrido se completó con un rodeo por calles como Boteros, Cabeza del Rey Don Pedro y Jesús de las Tres Caídas antes de regresar a San Isidoro pasadas las diez y media de la noche.
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