La Hermandad de Nuestra Señora del Prado, creada en Sevilla por vecinos de Higuera de la Sierra, localidad onubense que tiene a esta advocación por Patrona, celebró este sábado su salida procesional desde la Iglesia del Salvador. Lo hizo con un itinerario distinto, no sólo al de 2023, cuando acudió a la Catedral con motivo de su LXXV aniversario fundacional (ver), sino al que ha recorrido en años anteriores.
Pasadas las siete de la tarde se puso en camino esta corporación, cuyo cortejo encabezaba la cruz alzada entre faroles. Luego iban diversos hermanos con cirios y las representaciones de la Hermandad de San Antonio de Padua de Higuera de la Sierra y de la Hermandad de Santa Lucía. A continuación, el estandarte corporativo de la propia Hermandad del Prado antes de la presidencia y del cuerpo de acólitos, que llevaban unos ciriales cedidos por la Hermandad de Pasión.
A las órdenes del capataz José Manuel Palomo, el paso salió del Salvador y procedió a bajar una rampa menos aparatosa que la que se instala en Semana Santa. La Agrupación Musical Santa Cecilia esperaba en un lateral e interpretó el Himno de España, seguido por la marcha "Nuestra Señora del Prado", que se interpretó en dos ocasiones y que luego se enlazó con "Oh, pecador" al recorrer la plaza y tomar la calle Sagasta.
En ella se paró por primera vez el paso y lo hizo junto a la puerta de la residencia de ancianos de San Juan de Dios, algunos de cuyos residentes se encontraban sentados a lo largo de la fachada para ver pasar a la Virgen.
"Por nuestros abuelos, que están aquí delante", dijo José Manuel Palomo ante la puerta de San Juan de Dios. A continuación, el paso se levantó a pulso y siguió por Sagasta mientras sonaba la marcha "Virgen de la Paz". Durante esta interpretación, cayó una petalada realizada con flores cedidas por la Hermandad del Amor.
La chicotá finalizó casi en la confluencia con la calle Sierpes, momento en que el capataz se acordó de alguien a quien se refirió como "nuestro Lolo Gómez", que en ese momento se encontraba en el Hospital Virgen del Rocío. Palomo pidió llevarle la Virgen hasta el hospital y se acordó también del "angelito que le ha dejado su corazón".
Seguidamente, la Virgen del Prado comenzó a caminar de nuevo mientras la Agrupación Musical Santa Cecilia tocaba "Seres de luz", enlazada luego con "El fruto de la victoria" cuando ya avanzaba por la calle Sierpes en dirección a la plaza de San Francisco. Al finalizar la segunda marcha, el paso se detuvo y se produjo el primer relevo de costaleros, tras el que hubo una nueva chicotá, ahora a los sones de "Tu dulce rostro... Cautivo".
Desde Sierpes, la Virgen del Prado salió a la plaza de San Francisco a los sones de "Virgen de la Hiniesta". Y luego fue el turno de "Romance en el Salvador" mientras el paso hacía algo nada habitual, como fue girar a la calle Chicarreros, que se encontraba sin un solo punto del alumbrado público encendido.
A continuación, tuvo lugar una larga chicotá desde Chicarreros hasta Chapineros, pasando por Álvarez Quintero. Para esta chicotá la agrupación musical interpretó "Donantes", siguió unos metros a tambor y tocó entonces "Cinco Llagas", deteniéndose el paso ya en Chapineros, que también estaba a oscuras.
Hubo un nuevo relevo bajo las trabajaderas antes de que el paso continuara tras una levantá dedicada a Manuel, vestidor de la Virgen. "Que se ponga bueno y el año que viene esté aquí porque lo echamos de menos y la Virgen también", dijo el capataz. Tras la levantá, el paso continuó por Chapineros y giró a Francos mientras sonaba el Ave María de Vavilov.
Sonó después por Francos una curiosa versión de la clásica marcha "Procesión de Semana Santa en Sevilla" a cargo de la Agrupación Musical Santa Cecilia. Luego fue el turno de "Yo soy la vida", a la que siguió una chicotá a tambor y un nuevo relevo bajo las trabajaderas.
Después del relevo, los costaleros que entraban se enfrentaron a una larga chicotá que, desde el final de Francos, no finalizó hasta la Parroquia de San Isidoro, subiendo la Cuesta del Rosario. En este trayecto, la agrupación musical enlazó su versión de "Hosanna in excelsis" con las marchas "Con todo tu corazón" y "El fruto de la victoria".
Y aunque el paso se detuvo junto a una representación de la Hermandad de la Salud, que ofreció un ramo de flores a la Virgen del Prado, la banda continuó tocando "Querubines del cielo", con la que el paso giró a la calle Jesús de las Tres Caídas, y luego sonó de nuevo "Oh, pecador". En total, cinco marchas seguidas sin parar entre Francos y Jesús de las Tres Caídas, casi en la Alfalfa.
El itinerario siguió a continuación por la calle Odreros, por la que el paso se internó a los sones de "Pange lingua", sonando tras ella "Melodías de aniversario", con la que se marchó hacia Boteros.
Afrontaba entonces la Virgen del Prado el regreso a su templo, tomando por San Juan, Alfalfa, Alcaicería de la Loza, plaza del Pan, Córdoba y plaza del Salvador, y realizando su entrada sobre las diez y veinte de la noche.
Los higuereños residentes en Sevilla pudieron disfrutar un año más de la procesión de su devoción por las calles de la capital andaluza, a través de una imagen tallada por un higuereño ilustre como fue el escultor Sebastián Santos Rojas.
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