La sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla en la calle Sierpes acoge estos días la exposición "Patrimonio recuperado de San Martín", una muestra de la Hermandad de la Lanzada en la que da a conocer el esfuerzo realizado recientemente en la Iglesia de San Martín de Tours, templo que la corporación tiene cedido como sede canónica, para que el rico patrimonio que atesora se mantenga en perfecto estado.
Son obras escultóricas, pictóricas y algún retablo, de los que además se muestran imágenes de cómo se encontraban antes de su restauración para que el visitante sea consciente de la importancia de la labor llevada a cabo.
La exposición se inicia en el patio, donde se encuentra el paso de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera. Se trata de una obra del siglo XIX que a principios del XX adquirió la hermandad letífica, hoy fusionada con la Lanzada, a la Hermandad de la Reina de Todos los Santos. Su estado era tan pésimo que se dejó de utilizar. Pero entre el año pasado y éste, el tallista Francisco Verdugo se ha encargado de su restauración, mientras que Francisco Pardo se ha ocupado del dorado, utilizando un oro blanco italiano que le da una gran personalidad.
Accedemos a la sala en la que se encuentra el grueso de la exposición y en primer lugar podemos contemplar un óleo sobre lienzo del siglo XVIII que representa a San Cristóbal. Juan Luis Coto Cobo ha sido el encargado de restaurar esta obra de autor desconocido, de la que vemos en algunas fotografías, como vamos a hacer con casi todas las obras, el estado en el que se encontraba.
A continuación, se muestra una talla anónima de un Ecce Homo del siglo XVI, restaurada por Juan Manuel Miñarro López. Es de bulto redondo y está realizada en madera conífera y frondosa, con encarnadura al óleo al pulimento y decoración de la clámide con estofas perfiladas y cinceladas sobre oro fino con decoración realizada al temple de huevo. Los cabellos son de fibra vegetal y están cubiertos con varias capas de estucos.
Juan Luis Coto Cobo ha restaurado para la hermandad un óleo sobre lienzo de Jesús Nazareno, obra del siglo XVII atribuida a Juan del Castillo. Sigue el modelo del conocido como Cristo de los Ajusticiados, un fresco del muro de las Gradas de la Catedral pintado en 1562 por Luis de Vargas.
Seguimos con una reproducción fotográfica del retablo de la Piedad y Sagrada Lanzada de Cristo de la familia Cervantes, en cuya recuperación han trabajado Almudena Fernández y José Joaquín Fijo. Está situado en la nave del Evangelio de la iglesia y es del último cuarto del siglo XVI. Se le ha relacionado con la obra de Isidro de Villoldo, aunque también se vincula al taller de Juan Bautista Vázquez 'El Viejo', al de Andrés de Ocampo y últimamente al de Juan de Oviedo 'El Joven', dado que en esta restauración ha aparecido la inscripción JOJ. El retablo perteneció a la capilla funeraria de la familia Cervantes, algunos de cuyos miembros están retratados a un lado y a otro en altorrelieve.
Volvemos al restaurador Juan Luis Coto Cobo, que se ha ocupado de un óleo sobre lienzo del siglo XVII de la Inmaculada Concepción, atribuido a Cornelio Schut.
La Hermandad Sacramental de San Martín encargó una pintura de la Santa Cena pintada al óleo sobre lienzo en 1734 por un autor desconocido, y que es una copia de un lienzo del siglo XVI. Ha sido restaurada por Juan Luis Coto Cobo.
Otro lienzo pintado al óleo restaurado por Juan Luis Coto Cobo es el de San Luis de Francia, quien fuera rey del país vecino como Luis IX. Fue realizado en el siglo XVII por un pintor desconocido.
Y el último lienzo pintado al óleo, tratado por el mismo restaurador, es el de San Juan Nepomuceno, obra realizada por un artista desconocido en el siglo XVIII.
La exposición concluye con la presencia de una talla de San Martín de Tours, realizado en 1621 por un escultor anónimo, y que se encuentra en la capilla sacramental del templo. Se trata de una imagen que en 2020 fue restaurada por Juan Manuel Miñarro y que un año después formó parte también de una exposición en el Mercantil sobre la restauración de cuatro lienzos de Lucenti existentes en el retablo mayor (ver).
Hasta el próximo domingo permanecerá abierta esta exposición que sirve como ejemplo de la enorme labor que las hermandades realizan en la conservación de un ingente patrimonio histórico y artístico del que son depositarias, y cuya obligación es que las futuras generaciones lo puedan seguir disfrutando.
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