La tarde siguiente a su salida procesional (ver) y durante toda la jornada del domingo, la Pura y Limpia Concepción del Postigo se expuso en besamanos en su capilla. Estaba sobre su peana procesional, con la ráfaga y la corona de salida, y con la Medalla de la Ciudad en el pecho, concedida por su Coronación Canónica hace veinticuatro años.
La Pura y Limpia se encontraba entre seis candeleros de plata con cera blanca y rodeada de centros y jarras con los nardos que llevó en su salida del pasado viernes. Detrás, el camarín de la Virgen tenía un doble cortinaje azul abierto en el centro para dejar ver el crucifijo que habitualmente se encuentra en uno de los laterales de la capilla.
El montaje de este besamanos lo completaba una alfombra azul colocada bajo la imagen y las rosas blancas, también del paso, que adornaban la parte inferior de las pinturas que se sitúan en las paredes laterales de este reducido templo del Postigo del Aceite.
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